Ainhoa Martínez, miembro de la Junta Rectora del sindicato ErNE de la Ertzaintza, ha expresado el "malestar general" que existe en el seno de este cuerpo por cómo tienen que hacer frente a los botellones, porque "no hay órdenes claras", los agentes están "vendidos" y las órdenes de dispersar a los grupos se realizan "tarde", cuando ya se han congregado demasiadas personas para actuar.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Martínez ha subrayado que los miembros de la Ertzaintza se encuentran "tristes" y con un sentimiento de que no son "nadie, que somos las últimas personas en las que piensa todo el mundo".
Según ha afirmado, los agentes se encuentran "atados de pies y manos" en este tipo de actuaciones. "Nos mandan sin medios, la plantilla es escasa y siempre nos toca perder a nosotros. Estamos perdiendo autoridad, estamos perdiendo de todo, y (hay) un malestar general dentro de la Ertzaintza, lógicamente", ha sentenciado.
La representante sindical ha incidido en que no existen "órdenes claras", que es donde cree que reside el problema. "Es que nos vemos vendidos. Vas a identificar a cuatro personas, porque están haciendo algo ilícito, y en cuanto te vas a acercar a ellas el resto se 'úne a la fiesta' y empiezan los lanzamientos. Lógicamente, nosotros tenemos que actuar, hay que sancionar, están cometiendo un ilícito, pero es muy complicado cuando te ves superado en número y medios. Tenemos las manos atadas", ha remarcado.
Aunque ha reconocido que se trata de una "gestión complicada", ha afirmado que la solución pasa por evitar previamente la formación de aglomeraciones y dotar a la Ertzaintza de un material que sea "resolutivo" a la hora de dispersar a la multitud.
"Ahora mismo, el material con el que vamos no sirve para disolver. Entonces, la gente no tiene respeto a la autoridad ni miedo a que pase nada", ha sentenciado.
Este pasado fin de semana, ha recordado, los agentes han sido recibidos a botellazos en algunos puntos de la geografía vasca, entre los que ha citado Arrigorriaga, Hondarribia y Zarautz. "Según llegamos, lanzamiento de botellas, de vidrio, piedras, de todo el material que puedan tener a su alcance", ha lamentado.