- Uno de los factores, quizás el principal, que provoca esa relajación general a la que se refiere Basaras es el menor número de hospitalizaciones que está causando esta quinta ola de la pandemia, denominada también ola joven por la edad media de un importante porcentaje de los contagiados.
Según el último boletín completo del Departamento de Salud, publicado el viernes y con datos correspondientes al jueves, ese día se detectaron en la CAV 1.769 nuevos casos de covid -muy cerca del récord diario marcado la jornada anterior, con 1.801- y había 50 enfermos covid que requerían de cuidados intensivos, a los que había que añadir 179 en planta. Pese a tratarse del doble de pacientes en UCI que hace menos de dos semanas -el día 12 eran 23 los pacientes graves-, este número es sensiblemente inferior al de los peores momentos de otras olas.
A principios de mayo, cuando la cuarta ola estaba en su punto más alto, llegaron a ser 195 los enfermos covid en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales vascos -cifra correspondiente al 2 de mayo-, pese a que ese día se anunciaron 506 casos de covid, precedidos por 585 y 769 positivos en los dos días precedentes. Una cantidad de contagios inferior a la actual, pero que al no estar tan avanzada la vacunación provocaba muchas más hospitalizaciones, con una media de casi un centenar de ingresos diarios, media que ahora está en alrededor de 40.
También en febrero, otro momento complicado de la pandemia como consecuencia de las navidades, subieron los pacientes graves, que llegaron a ser 173 el día 11. Aquella jornada el número de casos detectados fue de 643 -684 y 748 los días previos-, menos de la mitad de las cifras que se están manejando en esta segunda quincena de julio. El citado avance de la vacunación hace que los contagios se concentren entre los menores de 40 años y que, por tanto, los casos graves sean menos. Sin embargo, si algo se ha visto este último año y medio es lo difícil de predecir que es la pandemia, de ahí que especialistas como la propia Basaras den la voz de alerta y avisen de que “no se sabe” cuál puede ser la consecuencia hospitalaria de este descontrolado aumento de casos en Euskadi.