Cada día es distinto. Solo la esperanza es inseparable a la pandemia. Por eso, cuando el descenso de la curva de contagios se estanca o demora su caída, saltan todas las alarmas. Es el caso del Servicio Vasco de Salud que lleva varias jornadas pendientes de todas las estadísticas y prospecciones matemáticas para tratar de entender esta nueva maniobra del virus. Los indicadores epidemiológicos bajan; nada tienen que ver con aquellas cifras registradas hace un mes. Sin embargo, el ritmo de ese descenso no está siendo el esperado. De hecho, el famoso -y temido- número básico de reproducción [R0] lleva ya un par de días dando señales de alerta. Lo decía ayer la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien confiaba en que esa ralentización no venga seguida por un empeoramiento, uno más, en la evolución del virus en Euskadi.
De momento, la incidencia acumulada en el conjunto de la CAV (336) se aproxima a ese umbral de 300 en base al cual se podría flexibilizar la movilidad entre municipios dentro del mismo territorio. No obstante, esa decisión deberá ser adoptada en el seno del Consejo Asesor del LABI. Lo mismo que pasará con la posibilidad de relajar las medidas de protección y de contención en vigor durante las fechas de Semana Santa, aunque como dejó caer la consejera, "estimo que tendremos que seguir manteniendo la máxima de las prudencias".
Y eso que los positivos en SARS-CoV-2 detectados han caído estrepitosamente a lo largo de este mes. El último boletín habla de 303 casos (166 de ellos en Bizkaia) pero es que febrero arrancó con 908. La tasa de positividad también sufre una bajada al pasar del 5,4% al 4,6%. Eso sí, los contrapuntos llegan desde dos factores asociados a la evolución local de la pandemia y su transmisión. Por ejemplo, el índice que compara las dos últimas tasa de incidencia acumulada en 14 días [RT] no se ha movido ni una décima: 0,71. El registro más preocupante es el del R0 -que mide a cuántas personas contagia cada caso positivo- que ha subido a 0,86 cuando en la jornada anterior era 0,85.
"Si nos vamos a la evolución de la última semana, el descenso se mantiene pero se ralentiza. Veremos ahora allí donde la incidencia era mayor cuando el TSJPV estableció las medidas cautelares cuál es la evolución de la pandemia" apostilló Sagardui, quien en una entrevista en RNE volvió a defender la estrategia de vacunación fijada en Euskadi. Y lo hizo con un ejemplo: cuando hace tres semanas se redujeron un 44% las dosis recibidas Euskadi no tuvo que parar su proceso de vacunación. Así, recordó que la OMS ha trasladado a las autoridades que "no se trata solo de vacunar más rápido sino de vacunar bien".