La Dirección General de Tráfico anuncia una nueva norma para poder adelantar a los ciclistas en la carretera. Ahora se pretende que, además de guardar la distancia de 1,5 metros, haya que reducir la velocidad en al menos 20 km/h respecto al máximo que permite la vía.
La DGT quiere que, a la hora de adelantar a un ciclista, los conductores redoblen la precaución en una maniobra especialmente delicada. Por eso, además de obligar a dejar una distancia lateral de al menos 1,5 metros, el vehículo tendrá que reducir su velocidad en al menos 20 kilómetros respecto al máximo de la vía por la que se circule, lo que supondría, en una carretera convencional, hacerlo como máximo a 70 km/h.
El objetivo es que la nueva norma, que formará parte de un Real Decreto que modificará la actual Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial, entre en vigor este mismo año, y su incumplimiento estará tipificado como una infracción grave, por lo que será castigado con una multa de 200 euros y la pérdida de tres puntos en el permiso de conducir.
Hasta este momento hay tres reglas que rigen a la hora de adelantar a un ciclista o a un grupo de ellos. 1- Hay que dejar una separación lateral no inferior a 1,50 metros. 2- Se puede rebasar la línea continua si es necesario, aunque para ello haya que ocupar la parte de la calzada reservada al sentido contrario, siempre después de haberse cerciorado de que se puede realizar la maniobra sin peligro. Y 3- Queda expresamente prohibido adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas que circulen en sentido contrario (aunque sea por el arcén).
La introducción de esta cuarta regla anunciada ahora pretende fomentar los comportamientos seguros al volante y reducir conductas temerarias o agresivas, ya que algunos conductores, en lugar de reducir la velocidad antes de adelantar a un ciclista, aceleran bruscamente rebasando incluso los límites de velocidad permitidos, poniendo así en peligro al ciclista y al resto de conductores. En 2020 murieron 36 ciclistas en accidentes de tráfico en carretera, solo un 10% menos que el año anterior, por lo que es el colectivo en el que menos bajó la siniestralidad en comparación con las cifras de 2019.
Además, en 2019, y con datos definitivos, incluyendo los llamados usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y usuarios de moto y ciclomotor) por primera vez fueron más de la mitad de los muertos en accidentes de tráfico.
Sin salir de las carreteras convencionales, la DGT también quiere añadir a esta medida otra nueva este año, y bastante más polémica: acabar con la norma que permite superar en 20 km/h la velocidad máxima cuando se adelanta a otro vehículo. Afirma que así se evitarán accidentes por choques frontales y que ningún otro país de Europa permite algo así. En cambio, las asociaciones de automovilistas creen que esto hará que los adelantamientos sean más largos y prolongados, y por lo tanto menos seguros. Y que detrás de la iniciativa está evitarse miles de recursos por multas en radares de tramo, algo que la propia Dirección General de Tráfico admite sin rubor.
A priori, acabar con el margen de 20 km/h no responde a ningún criterio de seguridad. Al contrario, con ese plus el adelantamiento es más rápido, y por tanto más seguro, así que no tiene sentido alguno que las carreteras se llenen de caravanas a 80 km/h porque se terminan estresando los conductores que no se atreven a adelantar y los que sí, pero no pueden.
Y es que como esas maniobras se alargarán en el tiempo, se necesitarán más metros para realizarlas, lo que implicará que se revise toda la señalización para garantizar la seguridad, pero también que se reduzcan los tramos en los que se permite adelantar.
Es cuestión de mentalizarse y de paciencia. Los automovilistas tienen que ser conscientes de que circulan por vías más peligrosas y, si quieren ir más rápido, deberán buscarse nuevas alternativas.