El Gobierno chino ha respondido con contundencia a las sospechas de la Casa Blanca ante la posible falta de transparencia en los primeros resultados del informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la visita de su equipo a Wuhan, origen de la pandemia -- en parte debida a una presunta injerencia de China -- acusando a su vez a Estados Unidos de minar la confianza pública en una organización de la que se retiró temporalmente por orden de la anterior administración de Donald Trump.
"Ahora resulta que Estados Unidos, como si nada de esto hubiera pasado, se ha puesto a señalar a otros países que han respaldado fielmente tanto la labor de la OMS, como a la propia organización", según un comunicado de protesta de la Embajada china en Washington, recogido por el 'South China Morning Post'.
China contesta así al comunicado del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, en el que expresó su preocupación por la forma en la que la OMS está distribuyendo sus primeros resultados de la investigación antes de recordar a la organización, que su credibilidad estaba en juego y que debía "responder al estándar más alto" de confianza.
Asimismo, el asesor pidió a China que se abstuviera de manipular el desarrollo de la investigación después de que dos miembros del equipo, incluido el experto australiano en enfermedades infecciosas Dominic Dwyer y la científica danesa Thea Koelsen Fischer, reconocieran que habían tenido acceso a datos brutos y datos individuales sobre los primeros casos de Covid-19.
En respuesta, la Embajada ha indicado que debe ser precisamente Estados Unidos quien esté a la altura de este listón con "una actitud seria, transparente y responsable", y que "asuma su legítima responsabilidad, apoye el trabajo de la OMS con acciones reales y contribuya debidamente a la cooperación internacional sobre el covid-19".