La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó hoy que el número de nuevos casos de covid-19 a nivel global bajó en la última semana, en un 13 %, lo que implica una reducción de las infecciones por tercera semana consecutiva.
En los últimos siete días la OMS recibió notificaciones relativas a 3,7 millones de nuevos casos en el mundo, frente a 5 millones semanales que se registraban a principios de año. Según el panel de control de la pandemia de la OMS, los casos confirmados de covid-19 se elevan a 103,3 millones de casos, mientras que los fallecidos por esta enfermedad se elevan a los 2,24 millones.
"La transmisión ha bajado en muchos países, pero no tenemos que olvidar como hemos llegado a esto, el precio que hemos pagado", dijo la jefa de la célula técnica anticovid de la Organización, María Von Kerkhove, en un charla informativa a través de las redes sociales.
La experta pidió que no se genere un optimismo excesivo frente a la relativa mejora de las cifras globales de la pandemia y que los países no cometan el error de levantar demasiado rápido las restricciones impuestas para controlar la transmisión del coronavirus.
Sostuvo que reanudar las actividades económicas, sociales o deportivas debe hacerse "lentamente, de manera controlada y tomando decisiones basadas en la ciencia". "Esto no es una cuestión de días, sino de semanas o meses", anticipó.
El director del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, recordó que se ha demostrado que cuando la población recupera una movilidad y las relaciones sociales se reanudan de forma irrestricta los casos de covid-19 vuelven a dispararse.
El responsable de la respuesta a la pandemia desde la OMS dijo que "por ahora hay que evitar" rebajar las restricciones con las que se busca frenar los contagios. Ello permitirá que las vacunas -allí donde se están administrando- surtan efecto y permitan poner bajo control el coronavirus y sus variantes, agregó.
La OMS está dirigiendo una reflexión con científicos de todo el mundo para establecer un sistema para asignar nombres neutrales a las mutaciones que van apareciendo, que hasta ahora son llamadas de acuerdo al lugar donde se identificaron inicialmente.
Esto ha dado lugar a nombres informales como las variantes "británica", "sudafricana" o "brasileña". Von Kerkhove dijo que esto estigmatiza a países "que en realidad han hecho un buen trabajo de secuenciación del virus" e informaron rápidamente al resto del mundo cuando detectaron un cambio en él, lo que es esencial para saber si sus modos de transmisión o severidad cambian.
Una de las pistas que se está siguiendo es el sistema que se sigue para los huracanes, para los que se establecen listas anuales con nombres que se utilizan en orden alfabético.