El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apelado a la sociedad vasca a cumplir con las medidas para evitar la expansión del coronavirus porque "es vital para salvar vidas", ha advertido de que las vacaciones de Navidad "son un riesgo" y todavía no hay vacuna, y ha mostrado su preocupación por el hecho de que la ciudadanía se "relaje".

Urkullu ha respondido en una entrevista a 15 preguntas sobre las medidas adoptadas para hacer frente al covid-19. En ella, y a pocos días de las festividades navideñas, el lehendakari ha hecho una llamada a la "máxima responsabilidad" y "compromiso".

"Entiendo, porque lo vivo en primera persona, que resulta desalentador no poder disfrutar de nuestras relaciones sociales y familiares" y que "nada puede reconfortar ese vacío" pero "estamos salvando vidas", ha afirmado Urkullu que también ha recalcado que ningún decreto de restricciones "puede sustituir lo que como sociedad solidaria" cada uno puede hacer.

El lehendakari ha reconocido que la vacuna contra la covid es un factor de "esperanza", pero no resuelve el problema actual porque todavía no se ha iniciado el proceso de vacunación y los efectos de esta "tardarán meses".

"Ahora tenemos un reto por delante que no resuelve la vacuna. Lo tenemos que afrontar nosotros", ha asegurado Urkullu, quien ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que la ciudadanía se "relaje" cuando la tasa de contagio es "demasiado alta" y el virus sigue "entre nosotros".

Ha asegurado que la "única vacuna" ahora es "la máxima prevención" y "la autoprotección" y ha justificado las medias que restringen la movilidad y limitan las congregaciones de más de 6 personas porque "todo se desencadena con los contactos".

LAS MEDIDAS PARA NAVIDAD

En este sentido ha explicado que las ampliaciones que se prevén para las fechas navideñas tanto en la movilidad como en el número de personas son excepciones puntuales que se han adoptado valorando el factor "emocional" de este periodo y ha recalcado que es mejor que se junten 6 personas que 10 y que la recomendación es moverse y viajar lo menos posible.

Ha insistido en que el toque de queda, fijado entre las 22.00 horas y las 6.00 horas excepto los días festivos de Navidad, ha sido una de las medidas que se ha demostrado "más eficaz" porque en el ocio nocturno la gente se relaja, se "desinhibe", "usa menos la mascarilla, hay contactos más estrechos y continuados y el riesgo crece".

"De noche el virus corre más", ha descrito Urkullu, quien ha asegurado que lo mejor es también permanecer en casa el mayor tiempo posible. "Menos calle es una buena medida de prevención", ha añadido.

Sobre la suspensión de eventos navideños masivos como las cabalgatas, el lehendakari ha dicho que se ha adoptado para evitar riesgos innecesarios y que habrá tiempo de recuperar todos estos actos. "Han pasado cien años desde la anterior pandemia. Una vez cada cien años, debemos y podemos hacer ese esfuerzo", ha asegurado.

Preguntado por qué las medidas "más duras" han sido para bares y restaurantes, Urkullu ha dicho que ese sector no es el único afectado pero ha reconocido que en la hostelería el "problema" es que los usuarios relajan las medidas de prevención. Por ello ha afirmado que cumplir estas "a rajatabla es la mejor forma de ayudar" a este sector.

El lehendakari ha remarcado también que la limitación de aforo en el comercio es "muy importante" porque evita aglomeraciones y ha apelado al "sentido común".

Urkullu ha precisado que el principal riesgo es el "exceso de confianza, el pensar que a mí no me puede pasar" cuando "está demostrado que el virus no tiene límites, ataca a todos por igual".