- Con la jornada de huelga de hoy, la normalidad regresa al sector de la enseñanza no universitaria en Euskadi. Nada parece haber cambiado en todos estos meses. Ni siquiera la pandemia ha conseguido ablandar a los sindicatos y de nada han servido las reuniones y las llamadas al diálogo y a la responsabilidad hechas por el nuevo consejero de Educación, Jokin Bildarratz. Y la misma suerte corrió ayer la última reflexión lanzada por el lehendakari Iñigo Urkullu en la apertura de curso de la UPV/EHU pidiendo in extremis a los convocantes que reconsiderasen su idea de dejar sin clase a decenas de miles de alumnos.
La protesta coincide con el que será o tendría que ser el primer día de clase para los estudiantes de 3º y 4º de ESO y de Bachiller después de que los más pequeños (Infantil, Primaria y primer ciclo de ESO) inauguraran el curso la semana pasada. Con esta nueva huelga, los sindicatos, dan continuidad a la unidad de acción puesta en marcha hace ya varios meses con el objetivo de iniciar "una dinámica de movilización para que el retorno presencial a las aulas sea seguro", lo que implica -según los convocantes- el descenso de la ratio de alumnado de manera que cada persona disponga de 3 metros cuadrados y un máximo de 10-15 estudiantes por aula.
El lehendakari hacía suya la petición de desconvocar la huelga -en otras ocasiones defendida por la exconsejera de Educación Cristina Uriarte y ahora por Bildarratz-, relajar los ánimos y tratar de acercar posturas en unos momentos especialmente inciertos para todos a causa de la covid-19. "No es momento de confrontar y dividir, sino de arrimar el hombro y construir", subrayó Urkullu durante su intervención en el acto solemne de apertura de curso de la universidad pública vasca (UPV/EHU), marcado por la crisis sanitaria y por las consecuencias del coronavirus en la vida académica y educativa.
Y no fue la única vez que se refirió a esa convocatoria de huelga puesta sobre la mesa por ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT que reclaman más medidas de prevención y contratar a más profesores. Al unísono, las centrales sindicales critican "la improvisación" con la que a su juicio el Departamento de Educación ha preparado el protocolo para el regreso presencial a las aulas en este curso 2020-2021. Nada más lejos de la realidad -al menos en la etapa universitaria- a tenor de las palabras del lehendakari Urkullu, quien hizo hincapié en las aportaciones del Departamento de Salud para garantizar la seguridad en las aulas y en los campus de la UPV/EHU.
Los sindicatos entienden que tal y como están las cosas, el Departamento de Educación no les deja "otro camino que la movilización y la protesta". Reconocen que la situación "es complicada" y consideran que la seguridad "hoy por hoy no está garantizado". Ni el uso obligatorio de mascarillas, ni la toma de temperatura, ni las entradas y salidas escalonadas, ni el uso de gel desinfectante, ni siquiera la habilitación de nuevos espacios para evitar aglomeraciones han convencido a los sindicatos, que para garantizar la seguridad piden incrementar la plantilla docente, y también más trabajadores para la limpieza continuada de los centros, el funcionamiento del comedor y de los autobuses.
Para hacer visible sus protestas, los sindicatos convocantes han organizado varias manifestaciones para hoy en las capitales de la CAV en defensa de sus reivindicaciones. Un escenario muy alejado del clima de colaboración y confianza que se intenta promover desde el Gobierno Vasco. "La huelga no aporta nada al sistema educativo", decía Bildarratz el otro día; "la huelga solo aporta tensión e inseguridad, cuando nos corresponde garantizar la distensión y la seguridad", enfatizaba ayer Urkullu.
"La alta valoración de la docencia se ha mantenido en los duros momentos de la pandemia"
Rectora UPV/EHU
"Este reto solo lo vamos a conseguir generando un clima de colaboración y confianza"
Lehendakari