- El lunes arrancó este curso tan atípico en algunas facultades de la Universidad del País Vasco. ¿Cómo encara el curso?
—Con ilusión, responsabilidad y siendo muy conscientes de que estamos inmersos en una gran incertidumbre y que probablemente habrá que ir adoptando decisiones a situaciones sobrevenidas que en este momento tal vez no imaginemos.
¿Cómo han ido los primeros días?
—Yo diría que han discurrido razonablemente bien. Estamos en un periodo de ajuste, hemos hecho una inversión tecnológica importante. En algunos centros las aulas espejo funcionan muy bien y en otras no tanto, pero creo que los chavales y las chavalas están cumpliendo las medidas de seguridad del decálogo que enviamos tanto a los estudiantes como al PDI y PAS. Entendemos que la gente, por lo general, está actuando con responsabilidad.
Llevamos menos de una semana de curso y el contagio de varios profesores ha obligado a cerrar una haurreskola y a retrasar la apertura de curso en un centro de Mungia, suspensión de las clases en Zaldibar... El virus está ahí.
—Hemos nombrado un responsable covid por centro y edificio y en breve nombraremos un responsable a nivel de universidad. Hemos definido protocolos de actuación en distintos escenarios. Si hay un contagio aislado, el responsable covid y profesorado identificarán a sus contactos estrechos y se confinarán hasta saber el resultado de sus PCR. Puede haber varios casos y a lo mejor haya que cerrar un aula o una línea. Y el escenario más grave es cuando se observe que hay transmisión comunitaria con varios casos no controlados, entonces se cerraría un centro temporalmente siguiendo lo que nos dicten las autoridades sanitarias. Hemos informado a las direcciones de los centros y departamentos, hemos creado una aula covid en cada centro a la que debe acudir la persona que presente síntomas, sobre todo para que esté acompañada o no coja el transporte público de vuelta para reducir el riesgo de contagio.
A diferencia de la escuela, donde hay grupos burbuja con niños y niñas de una misma localidad, dentro de la comunidad universitaria hay estudiantes de diferentes facultades que comparten pisos o viven en residencias, y miles de personas que cada día llegan de diferentes municipios. ¿Les preocupa esta gran movilidad?
—La exposición de la universidad por esa movilidad nos preocupa mucho y por eso la hemos tratado de reducir a la mitad con la inversión de 3 millones de euros en 400 aulas espejo, porque los estudiantes estarán una semana en casa y otra en el aula. El aspecto positivo es que en la universidad hay personas adultas y si actúan con responsabilidad individual también se disminuirá el riesgo de contagio. Evidentemente, el lado negativo es que hay miles de personas que se mueven a diario en la universidad. Somos conscientes de que va a haber contagios, que habrá que tomar decisiones y apelamos a la responsabilidad individual y colectiva.
¿Han determinado ya qué circunstancias obligarían a pasar al escenario de enseñanza on line?
—Habría que consultarlo con Salud Pública, ese escenario siempre se contempla, y en caso de que haya brotes incontrolados tendríamos que pasar a un escenario on line. Pero es el último de los escenarios que contemplamos porque con las aulas espejo y las medidas de seguridad esperamos no tener que volver a ese escenario porque no sería nada bueno, sobre todo para las prácticas. La parte positiva es que el profesorado podría seguir impartiendo las clases magistrales desde la facultad de una forma mucho más dinámica que el año pasado. Pero es verdad que las prácticas, que son un elemento formativo muy importante, serían inviables en un escenario on line por lo que tendríamos que buscar alternativas pero que no sustituyen adecuadamente a las practicas presenciales.
El transporte público para acceder al Campus de Leioa es una de las tareas pendientes que arrastra la universidad. No parece que las aglomeraciones y la pandemia se lleven muy bien. ¿Han hablado con la Diputación sobre Bizkaibus?
—Estamos en permanente contacto con la Diputación de Bizkaia y les hemos solicitado que estén atentos al uso para dotar de más vehículos en horas punta. En principio no se han producido aglomeraciones ya que se ha reducido la movilidad del alumnado a la mitad, pero el vicerrector del Campus de Bizkaia sí ha pedido a Bizkaibus que esté atento si hay necesidad de poner más autobuses.
La pandemia ha eclipsado buenas noticias como su mejora en el Ranking de Shanghai o el reconocimiento de la Comisión Europea al consorcio Enlight que han creado.
—Subir 100 puestos en el Ranking de Shanghai ha sido importantísimo y haber podido contratar a un premio nobel, porque no lo hemos fichado por el sueldo sino porque el ecosistema científico es atractivo y de primer nivel con nuestros departamentos, el DIPC, el Nanogune... Por otra parte el consorcio Enlight -con 8 universidades europeas, cinco de ellas entre las mejores 400 del mundo y 3 entre las 66 mejores- demuestra el nivel que hemos alcanzado, porque de lo contrario no se habrían asociado con nosotros. 50 millones de euros de retorno por investigación anual, hemos pasado de 1 a 11 proyectos Horizonte 2020, el 58% liderados por mujeres por la política activa de empoderamiento y relevo generacional en investigación, hemos incrementado un 34% las publicaciones en la Web of Science hasta las 3.800€ Y eso es muy importante porque da reputación, lo que se traslada al estudiante, el estudiante que sale de la UPV/EHU tiene la reputación de la UPV/EHU.
"Arrancamos con ilusión y siendo muy conscientes de que estamos inmersos en una gran incertidumbre"
"La movilidad nos preocupa y por eso la hemos tratado de reducir con 400 aulas espejo que han costado 3 millones"
"Salud debería decir cuándo volver a la modalidad 'online?, pero ese es el último escenario que queremos"