El 16 de marzo el velero Bark Europa, de cuya tripualción forma parte Intxaustegi, regresó de la Antártida y atracó en el puerto de Ushuaia que cerró solo unas horas después debido a la covid-19. Sin poder desembarcar y con el invierno austral a punto de comenzar la tripulación del velero decidió levar anclas y poner rumbo a Holanda, donde se encuentra el puerto madre del Bark Europa.

En Euskadi Hoy Magazine, María Intxaustegi, ha relatado cómo fue la travesía. "Sin poder realizar escalas, izamos velas para navegar desde Ushuaia a Holanda" ha explicado la historiadora y arqueóloga subacuática quien ha asegurado que tuvieron que racionar los víveres y el combustible para poder culminar un viaje que calculaban podía llevarles 100 días de navegación. "Finalmente fueron 81 jornadas" dice Intxaustegi que reconoce que la travesía ha sido una gran experiencia porque "jamás volveremos a repetir este viaje sin pasajeros a bordo".