Vitoria, 20 may (EFE).- El Departamento vasco de Salud ha editado una guía con recomendaciones y consejos sobre la utilización de las playas en la que apela al papel "activo y responsable de la ciudadanía" para su buen uso y para evitar contagios de la COVID-19.
Salud advierte de que debido a la suspensión de actos y celebraciones este verano las playas serán previsiblemente los lugares de ocio y esparcimiento donde se va a congregar un mayor número de personas.
Recuerda que la principal vía de transmisión del coronavirus en playas, ríos, lagos y piscinas es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto entre personas.
La infección por contacto con el agua se ha considerado "muy poco probable", sin embargo las actividades recreativas implican en ocasiones que no se respeten las medidas de distanciamiento social, asegura.
La guía explica que el efecto de dilución y la presencia de sal en el mar son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral de la COVID-19 y a su inactivación.
Pero en agua dulce y no tratada como ríos, lagos y pozas la superviviencia del virus puede ser superior a la del mar por lo que se deben extremar las precauciones para evitar aglomeraciones.
Y aunque no existen estudios sobre la prevalencia de virus en la arena, la radiación ultravioleta solar, y la alta temperatura "son favorables para la inactivación" de los agentes patógenos.
En cuanto a las aguas residenciales se considera que, aunque el virus se excreta a través de las heces, "existe escasa evidencia sobre su infectividad".
En la guía se subraya que la persona que tenga síntomas compatibles con la COVID-19 como fiebre, tos o problemas respiratorios no acuda a las playas.
Recomienda estancias más cortas, de un máximo de dos a tres horas, ya que es una forma de reducir aglomeraciones y de compartir el espacio.
En la playa o zona de baño se deberá mantener al menos una distancia de 2 metros con las personas con las que no se conviva, tanto en el agua como fuera.
Se aconseja lavarse las manos frecuentemente y evitar tocarse ojos, nariz y boca, además de cubrirse cuando se tosa y estornude con un pañuelo desechable o con la parte interna del codo.
Se pide que no se compartan toallas, que se laven al llegar a casa, así como los trajes de baño, y que se vigile a los menores para que cumplan con las medidas preventivas.
Las autoridades competentes valorarán en cada playa las medidas a implantar teniendo en cuenta los accesos para ordenar las entradas y salidas.
En las zonas de baño que sea posible se implementará un sistema de control de aforos y en las de mayor uso se informará periódicamente a lo largo del día del nivel de ocupación.
Entre esas medidas probables que deben valorar los gestores de las playas se incluye la posibilidad de fijar franjas horarias que prioricen a determinados grupos de edad a ciertas horas.
En las playas en las que el arenal quede muy reducido en marea alta se podrán establecer recomendaciones o normas de uso para estos períodos.
Además, también se tendrá en cuenta la posibilidad de prohibir activades deportivos de grupo en la arena en determinadas horas y se regularán las actividades acuáticas deportivas y de ocio.
Los baños y aseos contarán con los productos higiénicos necesarios y solo podrá acceder al interior una persona.
Se eliminarán las duchas de vestuarios y no se podrá hacer uso de las fuentes de agua.
También se recomienda la eliminación de hamacas, toldos y sombrillas proporcionados por servicios de la playa.