- Euskadi se adentrará este lunes en la primera fase de la etapa de transición hacia esa nueva normalidad engendrada por el coronavirus que espera a miles de vascos, de todas las edades, a la vuelta de la esquina. Lo hará bajo el amparo de unos indicadores sanitarios prometedores: tasa de contagio entre personas por debajo de 1, la cifra de decesos cayendo progresivamente, cada vez más personas curadas,€ Y sobre todo, podrá dar ese paso porque el sistema sanitario vasco podría rearmarse con agilidad para hacer frente con garantías a otra oleada del patógeno: hasta 620 camas UCI en un plazo máximo de 5 días.
El Gobierno español -monopolizador hasta la fecha de todas las decisiones adoptadas sobre la pandemia- recibía hace un par de días el documento con los argumentos clínicos, económicos y sociales y las evidencias científicas que acreditan la promoción del conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca a esa Fase 1. En total, una decena de hitos que ayer fueron repasados por el lehendakari Iñigo Urkullu con un mensaje claro: permanecer en guardia ante cualquier repunte. "No hay que lanzar las campanas al vuelo sino seguir trabajando y actuando; sin relajarnos", agregaba por su parte la consejera de Salud, Nekane Murga.
Ambos comparecían ayer ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco [disuelto tras la convocatoria de elecciones] para dar cuenta a los grupos parlamentarios de cuáles han sido, son y serán las líneas estratégicas de actuación del Gobierno Vasco para tratar de controlar y minimizar el impacto social, sanitario y económico del covid-19. La anterior vez que lo hicieron, el pasado 24 de abril, había 801 hospitalizados y en la actualidad son 493; las personas recuperadas o dadas de alta eran el 61% de las que habían contraído el virus cuando ahora es el 79%; y los test PCR detectaban 104 nuevos contagios a diario frente a los 60 registrados este pasado jueves, por ejemplo.
"A la vista de los datos, la evolución es clara y lo realmente importante es la tendencia estable hacia una mejoría progresiva en el último mes", redondeaba la consejera Murga, quien también informaba de la cara más amarga de este relato clínico: los 7 fallecimientos contabilizados en las últimas horas. La conclusión es que a día de hoy, Euskadi está en condiciones de recuperar poco a poco parcelas de la vida diaria. Educación, sanidad, comercio y hostelería, movilidad y transporte, actividad económica e industrial, eventos culturales, fiestas, seguridad€ que paulatinamente podrán ir retomando sus competencias y capacidades anteriores al covid-19.
El camino hasta este punto ha sido largo y duro, pero los datos presentados ayer confirman que el virus que ha puesto en jaque al estado del bienestar vasco -y a todo el planeta- ha ido perdiendo agresividad. De todo se aprende: de los modelos de Corea del Sur y de Singapur, de las recomendaciones de instituciones científicas internacionales, de las pautas y protocolos de la Unión Europea y de la Organización Mundial de la Salud (OMS)€ a las que el coronavirus pilló con el paso cambiado y que, como la Administración vasca, se han visto obligadas por las circunstancias a aplicar el método de ensayo-error.
"Esta crisis ha sido imprevista e impredecible", reconocía el lehendakari. A pesar de ello y de las jornadas de incertidumbre y presión dejadas atrás ya, ni el sistema sanitario ni sus profesionales se rindieron ni la población se doblegó. "Hemos aprendido la importancia del número de pruebas, identificando la utilidad y fiabilidad en sus fines de cada uno de los modelos; y cruzar la información obtenida con su localización geográfica. Todo ello para la detección temprana y el aislamiento de contactos", detallaba Urkullu. En definitiva, día a día se ha ido escribiendo un manual de instrucciones que se completa con un rosario de datos que confirman esa promoción para el ascenso.
Por ejemplo, esas 620 camas UCI, plenamente operativas, en un plazo máximo de 5 días. Además, la tasa de test PCR se sitúa en 40.000 por millón de habitantes, la segunda más alta del Estado. Otro más: el número de contagios por persona infectada se sitúa por debajo de 1: 0,75 en Bizkaia; 0,67 en Araba; y 0,58 en Gipuzkoa. Asimismo, la evolución de la tasa acumulada de casos covid-19 es negativa desde el 4 de abril. Y también se ha garantizado la realización de pruebas PCR en centros de Atención Primaria específicos a todos los pacientes con síntomas, del mismo modo que se han establecido centros residenciales específicos para el tratamiento de residentes positivos en coronavirus. En los peores momentos de la crisis, el número de positivos confirmados por PCR en las residencias llegó a superar los 120 casos en un solo día y ahora se ha consolidado por debajo de 10.
Euskadi cuenta con 637 respiradores, torres de anestesia y respiradores de transporte, lo que representa "una cantidad suficiente para dar respuesta a cualquier eventualidad" y se siguen gestionando nuevas adquisiciones. El último indicador citado por el lehendakari refleja que las reservas de test PCR cubren el consumo medio de los próximos 14 días. Además, el sistema sanitario dispone en stock de 4,6 millones de mascarillas quirúrgicas; 117.000 mascarillas FFP 2 y 3; 94.000 batas desechables y 50.000 pantallas faciales y gafas de protección.