El hijo ha publicado una fotografía del padre fallecido por coronavirus en redes sociales para rendirle homenaje, y también le ha escrito una carta, como han hecho los nietos, ante la imposibilidad de poder despedirse de él físicamente y de celebrar un velatorio o un funeral.

Es la estrategia que ha utilizado Guillermo Fouce, en su doble condición de psicólogo experto en duelo y de hijo, para despedirse de su padre, José Luis, quien falleció el pasado 26 de marzo por coronavirus, una fecha en la que, además, tal y como ha contado en una entrevista con Efe, estaba preocupado también por su madre, ya que se encontraba en esos momentos grave e ingresada en cuidados intensivos también por esta pandemia.

Lamentablemente, hace unos días, también tuvo que valerse de las redes para despedirse de su madre. El pasado día 1, Pilar también se fue y ya "descansa en paz con su marido", como ha escrito Fouce en Facebook tras su muerte."Sobran las palabras, la vida es a veces muy cruel, gracias a mis padres por haberme dato tanto y buen viaje a los dos, os quiero, os queremos", añadía este psicólogo que acompañó en su tiempo a muchos afectados por el 11-M y a familiares de víctimas del accidente de Spanair.

Los padres del presidente de la Fundación Psicología sin Fronteras, profesor universitario y vocal del Consejo de Psicología de Madrid, tenían tos, fiebre y dificultad para respirar, pero desconocían que padecían una infección por Covid-19 y se resistieron hasta el último momento a ir al médico, cuando el sistema sanitario estaba al límite de su capacidad por la propagación del virus.

El pasado 13 de marzo, José Luis, de 71 años, fue trasladado en una ambulancia a las Urgencias del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz con una insuficiencia respiratoria y quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde falleció después.

Tres días más tarde de su entrada en el hospital, Pilar, de 69 años, también fue ingresada con dificultad respiratoria por coronavirus en la UCI del mismo centro sanitario. "No hemos podido verlos, ni hablar con ellos. Hemos tenido información de los médicos una vez al día a través de una llamada telefónica", explica Fouce.

Gillermo reconoce que es muy duro no poder visitar al enfermo para evitar el contagio, aunque esté sedado, porque esto ayuda a hacerse a la idea de lo que está ocurriendo, conocer la historia clínica, hablar personalmente con el médico y encajar con más facilidad lo que está pasando.

UN HOMENAJE VIRTUAL

Aunque habitualmente no publica cosas de su vida personal en redes sociales, en este caso sí ha decidido colgar una fotografía de su padre y posteriormente otra de él y su madre juntos para que la gente pudiera hacerles "un cierto homenaje o despedida", explica.

"Adiós papá, no pude hablar contigo estos días de enfermedad, ni pude verte y, al final, el maldito virus pudo más... Te quiero y te quiere toda la familia, cuidaremos de mamá y esperemos que no pase lo mismo, un beso y descansa en paz", escribía en Facebook el pasado 26 de marzo.

Un velatorio -argumenta Fouce- es "una forma de reconocimiento y de que te acompañen y, como es imposible hacerlo de manera presencial, he buscado una fórmula para hacerlo de otro modo", asegura. A partir de ahí muchos amigos y conocidos han ido colgando mensajes de condolencias y de recuerdo.

"El dolor está ahí y es tuyo, y ha que dejar que te acompañe y convivir con él", señala Fouce, quien apunta que como profesional ha aplicado las estrategias o herramientas que conoce para enfrentarse a esta situación.

Una de las "recetas" -dice- es darte tiempo porque el duelo "es un proceso lento, que tiene un tiempo largo y hay que dejarlo correr y asentarse". "Se necesita para recolocar el dolor y las emociones, para sentirlo sin intentar coger atajos y sin negar la realidad", apostilla.

UNA CARTA DE DESPEDIDA

Guillermo ha llorado mucho y no ha dejado al margen las emociones, como la rabia de no haberse podido despedir de ellos, pero ha utilizado herramientas para gestionarlas y canalizarlas de alguna manera. "¿Qué he hecho con ella?", se pregunta. "Pues escribir lo que les hubiese querido decir. Mis hijos también les han escrito", responde.

Pero además en este doloroso proceso es importante equilibrar lo negativo con las vivencias positivas, y quedarse en la medida de lo posible "con lo bueno", y para eso ayudan mucho las fotos, por las historias que acompañan.

En esta situación, en la que como relata Fouce, "está muriendo mucha gente, la enfermedad es muy agresiva y los servicios sanitarios están totalmente desbordados", el duelo se complica porque además se vive en confinamiento y el acompañamiento se limita a las personas con las que vives.

Cuando has perdido a una persona de esta forma, es vital un abrazo, una mirada y sentirse acompañado, pero eso ya vendrá.

"Espero -responde Fouce a los amigos que le dan el pésame- cuando podamos vernos todos y todas, darnos muchos besos y abrazos que ahora se valoran incluso mas porque te das cuenta de lo que suponen".