Zaldibar - El dispositivo de búsqueda de los dos operarios desaparecidos tras el deslizamiento del vertedero de Zaldibar prosiguió ayer su actividad sin que afortunadamente arrojaran resultados positivos.
Según informaron ayer fuentes del Gobierno Vasco durante todo el domingo los trabajos de rastreo y cribado fueron efectuado en la llamada zona B4, una en las que se ha dividido toda la extensión del depósito de residuos colapsado el pasado seis de febrero. Los miembros del dispositivo de búsqueda, protegidos con la indumentaria requerida por la presencia de amianto entre los residuos mezclados con tierra, siguieron utilizando maquinaria pesada para agilizar los trabajos.
Esta semana la búsqueda se ha concentrado en el área B4, a la derecha de las otras y más estable geológicamente, y en donde apareció el coche particular de Joaquín Beltrán, uno de cuyos hermanos colabora con los especialistas de emergencias en las tareas de búsqueda de su familiar.
Por otro lado, en función de los datos aportados por el Ejecutivo, los efectivos también están liberando espacio en la zona de cribado, para poder seguir manteniendo el ritmo de las labores de búsqueda.
Ello está suponiendo la acumulación cada vez mayor de los sobrantes retirados en las zonas aledañas del vertedero de Zaldibar mientras desde el Ejecutivo de Gasteiz se sigue buscando alternativas, tanto para retirar cuanto antes estos residuos a depósitos adecuados, como para atender las necesidades de las empresas vascas que antes del deslizamiento enviaban el material que generan en su producción a la instalación de Zaldibar.
En este sentido destacar que desde hoy está clausurado el vertedero guipuzcoano de Mutiloa, el único que, por los residuos no contaminantes que admitía, podía haber sustituido al menos en parte las necesidades que cubría el siniestrado en Bizkaia. El vertedero Lurpe de Mutiloa, gestionado por la empresa Cespa era utilizado por empresas guipuzcoanas, que anualmente depositaban en esta infraestructura unas 200.000 toneladas de residuos inertes.
Dioxinas y furanos Por otra parte, la exposición a dioxinas y furanos en el entorno del vertedero de Zaldibar "ha aumentado el riesgo de los vecinos de esa zona a sufrir ciertas alteraciones en la salud a largo plazo". Así lo explicó a Efe el profesor del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona y miembro de la comisión científica de la UE para los Nuevos Riesgos para la salud, Eduardo Rodríguez-Farré, quien destacó que ese riesgo puede haber sido mayor en el caso de quienes han trabajado sobre el terreno en las labores de estabilización de las tierras del alud y en la búsqueda de los dos trabajadores del vertedero que aún están desaparecidos.
De todas maneras aclaró que "no es cuestión de alarmar" porque "todos llevamos dioxinas en el organismo", dado que se liberan constantemente por procesos industriales, por la incineración de residuos urbanos y de otras combustiones.
La extinción de los incendios la semana pasada ha supuesto que los valores que se registraron en un inicio se hayan reducido a niveles normales, tal y como indicaron los resultados de los últimos análisis del aire realizados el viernes pasado. En cualquier caso, aseguró tajante que "no es cierto" que respirar "unos días dioxinas y furanos no tenga trascendencia".