Bilbao - La recuperación económica y la paulatina reducción del número de estudiantes debido a la evolución demográfica hace que las universidades públicas y privadas compitan duramente para captar nuevos alumnos. La Comunidad Autónoma Vasca, donde conviven tres universidades -una pública y dos privadas- no es una excepción. La penetración de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) es del 74,5%, la más baja desde que existen registros, con una tendencia descendente desde el curso 2013-14. Esto quiere decir que algo más de siete de cada diez universitarios vascos cursan sus estudios en la universidad pública. El dato es algo más bajo entre el alumnado de nuevo ingreso, donde la tasa de cobertura es del 72,8%, según el informe para la rendición de cuentas realizado por el Consejo Social de la UPV/EHU.
Los últimos años, todas las universidades se afanan por presentar grados novedosos, ligados a sectores emergentes, plurilingües y algunos en dual, con los que seducir a sus potenciales clientes. En esta pugna cada universidad explota sus potencialidades históricas: la UPV/EHU, la investigación y su carácter generalista; Mondragon Unibertsitatea, su estrecha relación con el mundo de la empresa, y la Universidad de Deusto, el prestigio labrado por la institución jesuita a lo largo de 134 años de historia. Pero esta foto no es fija, ni inamovible. No es noticia que la UPV/EHU es el principal agente investigador de Euskadi. Pero lo que quizás no sea tan conocido es que la tasa de éxito de las titulaciones de grado de la UPV/EHU -el porcentaje de aprobados por las materias presentadas- es del 88,9%, por encima del conjunto de las universidades públicas del Estado y la primera del ranking en el G-9, el grupo de universidades públicas de referencia. Por campos de conocimiento, sobresalen las carreras de Ciencias de la Salud (95%), seguidas por el área de Artes y Humanidades (92%), mientras que Arquitectura y las ingenierías siguen concentrando la tasa de éxito más baja (79,4%). En paralelo, la universidad ha reducido su tasa de abandono, que es el indicador que verdaderamente mide la eficacia en el uso de los recursos, el comportamiento académico del alumnado y el desempeño del profesorado. Según CRUE Universidades Españolas, la tasa de abandono en la UPV/EHU del último curso analizado fue del 25%, dos puntos por debajo de la media de las universidades estatales, solo mejorada en el G-9 por la Universidad Pública de Nafarroa. El porcentaje de abandonos en el primer año de carrera es menor, del 15%, un punto menos que el año anterior. Una edición más, la mayor bolsa de fracaso tras el primer curso se da en las carreras técnicas. El 25,2% del alumnado de Ingeniería y Arquitectura cambia de carrera o deja la universidad por la Formación Profesional, nueve puntos menos que cinco años atrás.
El gasto corriente por estudiante, indicador que ayuda a medir la calidad docente, ascendió a 10.062 euros, un 42% más que las universidades públicas del Estado, aunque 300 euros menos que en la Universidad de La Rioja, la primera en el G-9. Cada vez son más los estudiantes que eligen cursar su carrera en euskera, lo que obliga a la universidad a ampliar el número de docentes con perfil y asignaturas en euskera. Según el Consejo Social, el 83,1% de las materias obligatorias están disponibles en euskera. El índice de matrícula en euskera fue más alto en Ciencias, 63%, y el más bajo en las carreras técnicas, mientras que en Ciencias de la Salud fue del 48%. Lo más probable es que esta cifra sea mucho mayor en el próximo informe ya que en él se recogerá la doble vía de acceso a Medicina que ha entrado en vigor este curso.