VITORIA - “Reforzar la confianza” de la sociedad en los procesos de selección de Osakidetza, llevando a cabo concursos públicos “garantistas” basados en la “transparencia, la eficiencia y la eficacia” y en los que se tengan en cuenta la “igualdad, los méritos y la capacidad” de quienes se presenten a examen.

Ese el objetivo que persigue el nuevo modelo de Oferta Pública de Empleo (OPE) impulsado por el Servicio Vasco de Salud, que incorpora 37 medidas y que está abierto a nuevas incorporaciones en función de las necesidades que presente el futuro.

Así lo anunció ayer la consejera de Salud, Nekane Murga, quien compareció en la comisión de este área en el Parlamento vasco acompañada por el Director General de Osakidetza, Juan Diego, y de la directora de Recursos Humanos de Osakidetza, Pilar Uriarte, para dar cuenta de este nuevo marco normativo que se irá implantando de una manera “progresiva” en las próximas convocatorias que se lleven a cabo.

Murga celebró que este nuevo modelo de OPE es fruto de un “proceso participativo con vocación de consenso” que, tras casi un años de negociación, permite establecer un marco normativo para abordar “la mayor renovación de la plantilla de Osakidetza desde su creación hace 36 años con el máximo consenso posible”.

La consejera recordó que este documento incorpora las propuestas y recomendaciones realizadas por el profesor, catedrático y consultor institucional Rafael Jiménez Asensio, del defensor del pueblo vasco Ararteko, de la UPV/EHU, los colegios profesionales y grupos parlamentarios, entre otros. “Se ha tratado de seleccionar aquellas medidas que cuentan con la aceptación de los agentes participantes”, aseguró Murga.

cinco ámbitos Fue Juan Diego el encargado de detallar este nuevo marco normativo, que incluye 37 medidas concretas divididas en cinco ámbitos de actuación: normativo, planificación, general, tribunales y exámenes.

En lo que respecta al área normativa, se aboga por la revisión y actualización de los puestos funcionales y el desarrollo de un reglamento de procesos de selección y provisión de Osakidetza, entre otros.

En cuanto a la planificación, se apuesta por desterrar las OPEs masivas para apostar por procesos menos numerosos y ágiles que permitan una resolución más rápida -preferiblemente en el mismo año- de los mismos.

En lo referente a las medidas de carácter general, se contempla incorporar, de forma paulatina, pruebas que incluyan un componente de innovación adaptado a las características de los puestos a cubrir, como entrevistas conductuales estructuradas o la presentación de proyectos y memorias en determinados cargos de alta especialización.

El nuevo modelo revisa, asimismo, la formación de los tribunales, abogando por la reducción de los miembros a siete o cinco personas, pudiendo quedar en tres en algunos casos.

Además, la composición de los mismos se llevará a cabo por sorteo y también se aprobará un código de conducta que recoja las obligaciones éticas de los miembros. Se contempla también incorporar un programa de formación para las personas que conformen los tribunales.

Finalmente, en el apartado de exámenes, el nuevo modelo incluye encomendar al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) la elaboración de las pruebas teóricas en formato test.

Asimismo se encomendará la confección de la parte práctica a más de una persona con el objetivo de evitar que un único individuo sea conocedor del contenido final de la prueba.

Y se introducirá un elemento de azar en la concreción final de las pruebas con el fin de asegurar que nadie que participe en el proceso de selección pueda tener conocimiento del contenido final y global de la prueba hasta su fecha de realización.

un documento “abierto” Según expuso la consejera Nekane Murga, estas medidas tendrán una implementación “progresiva” y buscan dar respuesta a tres objetivos específicos.

El primero de ellos, dotar de “estabilidad” al empleo que se crea en el Servicio Vasco de Salud; el segundo, hacer frente a la “renovación” que en los próximos años protagonizará la plantilla de Osakidetza, que afronta el reto del “relevo generacional”; y finalmente, la “redefinición” de las funciones del personal, para “captar nuevos talentos”.

Murga insistió en que se trata de un documento “abierto” que irá incorporando nuevas medidas “como consecuencia de acuerdos, avances tecnológicos o experiencias adquiridas, entre otros” que se vayan produciendo. “El objetivo es relanzar la confianza de la sociedad en Osakidetza y en el sistema sanitario. Tenemos un sistema ejemplar pero se puede mejorar”, concluyó la responsable de Salud.

Normativas. Revisar y actualizar los puestos funcionales y desarrollar un reglamento de procesos de selección.

Planificación. Dejar de lado las OPEs masivas para apostar por procesos menos numerosos y ágiles que permitan una resolución más rápida de los mismos.

General. Introducir de manera paulatina pruebas que incorporen un compente de innovación adaptado a las características de los puestos a cubrir, como por ejemplo, entrevistas conductuales estructuradas o presentación de proyectos y memorias

Tribunales Reducción a siete o cinco miembros, que serán elegidos por sorteo. Además, se aprueba un código de conducta que recoja obligaciones éticas y se contemplan programas de formación.

Exámenes. Encomendar al IVAP la elaboración de pruebas teóricas en formato test, que la confección de la parte práctica no se encomiende a una sola persona o introducir elementos de azar en la concreción final de las pruebas, para asegurar que nadie tenga conocimiento del contenido final de la prueba.