Palma de Mallorca - En apenas una semana, cinco mujeres han sido asesinadas -dos de ellas en presencia de los hijos- a manos de sus parejas o exparejas. Ika Hoffmann, una mujer de 59 años de nacionalidad alemana, es la última víctima de violencia machista. Su marido, un hombre español, le clavó ayer un cuchillo en el tórax y el abdomen en la Colònia de Sant Jordi, en el municipio mallorquín de Ses Salines. Los hechos ocurrieron antes de las 8.30 horas, cuando varios vecinos alertaron a los servicios de emergencia de que había un hombre con un arma blanca ensangrentada en la mano en la avenida Primavera.
Hasta el lugar se desplazó una dotación de la Guardia Civil, una unidad de soporte vital básico y otra de soporte vital avanzado. Pero no pudieron hacer nada para salvar su vida. Tras realizar maniobras de reanimación durante varios minutos, el personal sanitario confirmó el fallecimiento de la mujer, ya que las heridas que presentaba le habían provocado una gran hemorragia secundaria y eran incompatibles con la vida. El Instituto Balear de la Mujer condenó el asesinato de Ika Hoffmann y confirmó que no había presentado denuncias contra su pareja y presunto asesino. Además, el Ayuntamiento de Ses Salines ha declarado tres días de luto oficial y convocó ayer por la tarde un pleno extraordinario en rechazo de la violencia machista por el asesinato que tuvo lugar en el municipio mallorquín.
Cuatro más Hoffmann no ha sido la única. La semana pasada, Valga, un municipio de Pontevedra de unos 6.000 habitantes, fue el escenario el lunes del triple crimen que perpetró José Luis Abet Lafuente, conocido como el Moro. Hacía apenas dos años que este hombre se había separado de Sandra B.J., española de 39 años. Ahora vivía con su madre en la localidad coruñesa de Amesle, desde la que se trasladó hasta Valga para matar a tiros a su exmujer, a la hermana de esta, Alba B.J., de 27 años, y a la madre de ambas, María Elena J.F., de 57 años. Lo hizo en presencia de sus hijos, de 4 y 7 años, que se encontraban dentro de un coche con su madre para ir al colegio, y después se fue a Amesle. Desde allí llamó a la Guardia Civil para confesar la autoría de los hechos y fue detenido.
Adalid V., una paraguaya de 30 años, fue la segunda víctima de la violencia machista del martes, y también en presencia de sus hijas de 8 y 10 años. Un hombre de origen ecuatoriano, Francisco Giovanny M.C., de 42 años, le apuñaló en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Fue una de las dos hijas quien llamó a los servicios de emergencia para avisar de que su padre había acuchillado a su madre en el portal.
El sábado se conoció que los Mossos d’Esquadra habían detenido el miércoles a un hombre de 49 años y nacionalidad argentina acusado de un delito de homicidio y otro de malos tratos por dejar morir a su pareja cuando esta sufrió una hipoglucemia y grabar con el móvil su sufrimiento mientras la mujer agonizaba. Los hechos sucedieron el pasado 18 de junio en Viladecans (Barcelona), donde residía la pareja y donde murió la mujer. Los Mossos iniciaron una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte, que, según la autopsia, se produjo por una hipoglucemia, una bajada del azúcar en sangre.
Desde 2003, año en el que comenzaron a registrarse los crímenes machistas, 1.017 mujeres han sido asesinadas en agresiones de este tipo, cifra que se elevará a 1.019 de confirmarse estos dos últimos casos conocidos el fin de semana. - Efe/ E.P.