Las probabilidades de morir se disparan si usted ha nacido varón. Única y exclusivamente por ese hecho, es más fácil que pueda fallecer a causa de un accidente de tráfico, de un infarto o un cáncer de pulmón, de un ictus, de cirrosis, tuberculosis? Y si todo eso no le parece suficiente, las sombras del homicidio y del suicidio también son más alargadas entre los hombres? De hecho, según el último boletín estadístico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las cuarenta causas principales de muerte identificadas, 33 afectan más a la esperanza de vida de los hombres que de las mujeres.
Esto se traduce en que, de media, ellas viven 4,4 años más que ellos. Aunque también es cierto que ese tiempo extra varía en función de factores sociales y económicos. Lógicamente, la cobertura sanitaria y los recursos económicos son determinantes, pero no siempre. Y es que, por lo general, a los hombres les cuesta más acercarse a un hospital o tomar un tratamiento. El informe World health stadistics 2019, que por primera vez desglosa las cifras por sexo, concluye que las mujeres viven más que los hombres -especialmente en los países ricos-, pero que esa brecha se recorta cuando las mujeres no tienen capacidad de acceder a servicios sanitarios.
El equipo de especialistas encargado de elaborar este informe constata con evidencias científicas y biológicas el porqué de esa mayor esperanza de vida: desde bebés, el sistema inmunitario femenino ya es más resistente a los gérmenes que el masculino. Por eso mismo, por ejemplo, en los países desfavorecidos mueren más niños que niñas hasta los 5 años. Y a medida que avanza la vida, las cosas siguen sin pintar bien para los chicos. “Los hombres tienen muchas más probabilidades que las mujeres de morir a causa de enfermedades prevenibles y tratables no transmisibles”, resume el informe.
En 2016, apostilla el documento elaborado por la OMS, la probabilidad de que una persona de 30 años muriera a causa de una enfermedad no transmisible antes de los 70 años era un 44% mayor en los hombres que en las mujeres. “En países con epidemias generalizadas de VIH, por ejemplo, los hombres tienen menos probabilidades que las mujeres de hacerse la prueba, de tomar la terapia antirretroviral y de morir de enfermedades relacionadas con el sida que las mujeres. Del mismo modo, los pacientes varones con tuberculosis acuden menos a su médico que las mujeres”, agrega.
“Estas estadísticas ponen de relieve la necesidad de priorizar urgentemente la atención primaria de salud para manejar con eficacia las enfermedades no transmisibles y frenar los factores de riesgo”, expresó Samira Asma, directora de datos de la OMS. “Por ejemplo, algo tan simple como controlar la presión arterial no está sucediendo en la escala necesaria. Y el consumo de tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura”, añadió.
Uno de los objetivos de la OMS es que mil millones de personas más tengan una cobertura sanitaria universal para 2023. “Esto significa mejorar el acceso a los servicios y asegurar que sean accesibles, asequibles y eficaces para todos, independientemente de su género. Desglosar los datos por edad, sexo y grupo de ingresos es vital para comprender quién se está quedando atrás y por qué”, comentó por su parte el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Pero es que, además, en esta ecuación entran en juego factores sociales como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, y la percepción del riesgo. El resultado es que ellos son más propensos a los accidentes de tráfico, a las muertes violentas y a los suicidios. Las tasas globales de mortalidad por esta causa fueron un 75% más altas en hombres que en mujeres en 2016. Las muertes por lesiones en carretera son más del doble en los hombres que en las mujeres a partir de los 15 años, y los homicidios de hombres cuadruplican a los de las mujeres, según la OMS.