donostia - El hombre que la Er-tzaintza detuvo el pasado viernes como presunto autor de la violación de una joven en Beasain el 13 de julio, ingresó ayer en la prisión de Martutene tras haber negarse a declarar en el juzgado de Tolosa.

El detenido, un varón de 34 años de edad y vecino de Ordizia, ha sido acusado por la Ertzaintza de otras cuatro agresiones sexuales cometidas con anterioridad en Gipuzkoa desde 2012, en concreto en Beasain, Lasarte-Oria, Andoain, Anoeta y Tolosa. Estos son casos que la Er-tzaintza mantenía abiertos y en los que se habían podido obtener muestras de ADN.

Según explicó ayer a Radio Euskadi el jefe del área de Delitos contra las Personas de la Ertzaintza, Hugo Prieto, aunque la policía vasca “tiene la certeza” de que el hombre detenido cometió esas cinco agresiones sigue investigando con el objeto de determinar si estaría o no vinculado con otras que no se hayan “detectado”. Para ello, declaró, se están “analizando evidencias” y realizando numerosas entrevistas aunque, a fecha de ayer, solo se le podía relacionar con las cinco ya indicadas.

La Ertzaintza, añadió Prieto, andaba “detrás esta persona” desde 2012, aunque en el transcurso de la investigación ha tenido que hacer frente a una dificultad y es que el agresor una vez cometía la violación “paraba , estaba un tiempo en el congelador y después volvía”.

Por ello, durante todo este tiempo la Policía Autonómica ha permanecido “expectante ante cualquier agresión sexual que ocurría en Euskadi, para ver si existían similitudes”.

La Ertzaintza, corroboró Prieto, cuenta con muestras de ADN obtenidas en el lugar de los hechos de distintas agresiones y eso le permite hablar con seguridad de su vínculo con cinco de ellas, ya que las muestras han sido cotejadas con las obtenidas en Beasain.

Vida normal Sobre el agresor señaló que es habitual que “los depredadores sexuales” lleven “aparentemente una vida normal”. Este sería el caso del detenido el viernes en Lazkao, conocido en el municipio donde residía, Ordizia, donde a las pocas horas de la detención ya se hablaba de su identidad.

El arresto del supuesto violador ha causado el lógico alivio en Beasain y en el conjunto de Gipuzkoa.

Cuando se conoció la noticia el primer edil del municipio, Aitor Aldasoro, ya señaló que el arresto había contribuido a “aligerar” en cierta medida la angustia de la víctima y de su familia.

Y es que la agresión causó un profundo impacto en Beasain, dado que la víctima fue abordada en su portal cuando iba a trabajar, lo que hizo pensar que el agresor conocía las rutinas de la mujer, lo que generó una mayor alarma entre los y las beasaindarras. - DNA/Efe