DONOSTIA. Durante el juicio por estos hechos, celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el procesado ha reconocido los hechos y ha admitido la pena solicitada por la Fiscalía, acuerdo con el que también se ha mostrado conforme la acusación particular ejercida por la víctima.
Los hechos enjuiciados se remontan a la madrugada del 9 de junio de 2015 cuando la joven, que había acudido de visita a Donostia, se encontraba en compañía de unos amigos en el Boulevard de la capital guipuzcoana.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, en ese contexto, el encausado entabló relación con la chica y, tras quedarse a solas con ella, le propuso subir al mirador del monte Urgull "para ver amanecer".
De esta manera, sobre las 7.30 horas, "ambos accedieron al jardín de la zona de la Batería de Santiago" de este monte, momento en el que el procesado, "de forma sorpresiva, se acercó por delante" a la joven y, "agarrándola de las muñecas, la tiró al suelo" y la agredió sexualmente, a pesar de que la mujer le dijo que "no quería" y le pidió que "la dejara ir", a lo que el encausado "hizo caso omiso".
La chica comenzó "llorar" y a "gritar" e intentó "zafarse" de él "forcejeando", dándole "manotazos" e intentado propinarle patadas para quitárselo de encima.
Tras la agresión sexual, la chica logró "escapar corriendo" y "pedir ayuda".
A consecuencia de estos hechos, la estudiante sufrió distintas erosiones, eritemas y equimosis, así como "afectación psicológica derivada de la situación padecida".
Estos hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual y de una falta de lesiones, por los que el inculpado ha sido condenado a seis años de cárcel y a otros seis de libertad vigilada, una vez sea puesto en libertad.
Asimismo, el hombre deberá mantenerse alejado de su víctima y no podrá comunicarse con ella durante siete años, y deberá compensarla con 6.200 euros.