Vitoria - Son cálculos amparados en experiencias previas, pero si la climatología respeta esta Semana Santa un poquito más que el año pasado, se espera que en Euskadi se registren unos 490.000 desplazamientos en esas fechas. Los flujos más importantes (35%) volverán a dirigirse, una vez más, por la A-8 hacia Cantabria. En concreto, la previsión apunta a unas 175.000 idas y venidas. Como es habitual, las otras localizaciones de la red viaria vasca que soportarán una notable intensidad de tráfico serán la AP-8 en el peaje de Biriatou, y el enlace de la AP-1 con la A-1, en el nudo de Armiñón. Este último punto precisamente, se estrenará durante un dispositivo de tráfico vacacional como tramo sin peaje después de la reciente liberalización del tramo de autopista Burgos-Armiñón. Este hecho originará “con toda probabilidad” un incremento de tráfico en la misma, subrayaba ayer Sonia Díaz de Corcuera, directora de Tráfico del Gobierno Vasco.
De hecho, y ante este imaginable escenario, en el nudo de Armiñón se activarán varias medidas para tratar de suavizar los tráficos y evitar graves congestiones. “Los días 17 y 18 se habilitarán señales provisionales de tráfico para recomendar el uso de la vía alternativa de la N-I entre La Puebla de Arganzón y el enlace A-1/AP-1 en Armiñón, además de que para la operación retorno [día 22] se colocarán carteles y conos para permitir el acceso ininterrumpido de los vehículos provenientes de la AP-1 hacia la A-1, sentido Vitoria”, describió Díaz de Corcuera durante la presentación del operativo dispuesto para estas próximas jornadas festivas.
La directora de Tráfico también manifestó que durante la operación salida, en la A-8, en el límite territorial con Cantabria, es frecuente que suelan registrarse grandes intensidades de circulación el miércoles 17, entre las 15.00 y 21.00 horas, y el Jueves Santo, entre las 09.00 y 15.00 horas; mientras que para la vuelta en dirección Bilbao, la mayor concentración de vehículos se concentra tradicionalmente el Lunes de Pascua, entre las 13.00 y 21.00 horas.
En el otro extremo de la red viaria vasca, las mayores retenciones de la AP-8 en el peaje de Biriatou sentido Francia, se registran habitualmente también el miércoles por la tarde, entre las 14.30 y 21.00 horas, y el Jueves Santo por la mañana, entre las 8:30 y 16.00 horas. A su vez, y al ser el Lunes de Pascua festivo en Francia, tanto el viernes como el sábado suele registrarse tráfico denso sentido Donostia, describía Díaz de Corcuera. Las estimaciones manejadas por la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco son de unos 87.500 vehículos; y de 62.500 en el engarce vial de Gipuzkoa y Navarra a través de la A-15.
Según los datos ofrecidos ayer, el número total de accidentes durante la Semana Santa ha ido bajando a lo largo de estos últimos años. Además, tal y como destacó la directora de Tráfico, desde 2012 -cuando se registraron dos víctimas mortales- no se han vuelto a contabilizar fallecidos en las carreteras vascas durante este periodo festivo. “Para que todo discurra con la mayor fluidez posible, un total de doscientos agentes de la Ertzaintza estarán presentes en las carreteras” en tareas de vigilancia y control.
En este sentido, Díaz de Corcuera anunció el lanzamiento de una campaña de sensibilización -Elige conducir-Gidatu, besterik ez- con el propósito de incidir en ese paquete de factores “que imposibilitan una conducción segura y merman las capacidades de las personas conductoras poniendo en riesgo su vida y la del resto de usuarios y usuarias de la vía”. Así las cosas, durante los próximos días se pondrá el foco en las distracciones, la velocidad inadecuada o excesiva, el consumo de alcohol y drogas o el cansancio al volante. Y como remarcó la directora de Tráfico, se tendrá especial atención hacia el colectivo de motoristas, uno de los más vulnerables, en virtud a las cifras de víctimas: en estos cuatro meses, seis fallecidos.