Bilbao - A pesar de lo desapacible del día, ni la lluvia ni el frío amedrentaron a cerca de 4.000 personas, -según la Policía Municipal de Bilbao-, entre padres, madres e hijos que salieron a la calle ayer en Bilbao para exigir “soluciones” al conflicto laboral que se vive en los centros de iniciativa social de la enseñanza concertada vasca, que afrontan ocho días consecutivos de huelga.
La marcha, respaldada por más de cuarenta asociaciones de padres y madres de alumnos de centros afectados, partió a las once de la mañana del Sagrado Corazón y recorrió el centro de la capital vizcaína por la Gran Vía hasta llegar a El Arenal y la plaza del Arriaga. La comitiva recorrió las calles tras una pancarta en la que se demandaban soluciones con el lema Por nuestros hijos-Gure seme alabengatik ¡Solución ya!.Al contrario que en otras manifestaciones, esta marcha discurrió sin una palabra más alta que otra. No hubo gritos al unísono ni eslóganes. “Queríamos que fuese una marcha familiar, tranquila. Llevamos globos y nuestra única intención es que se encuentre una solución. Tomamos partido por nuestros hijos e hijas, son nuestro motor”, señaló uno de los portavoces de las Ampa.
Y es que desde el pasado miércoles, los 215 centros de iniciativa social de la enseñanza concertada vasca, en los que estudian 107.000 alumnos, afrontan ocho jornadas de huelga convocadas por los sindicatos ELA, Steilas, CCOO, LAB y UGT, en demanda de la renovación del convenio para los cerca de 9.000 trabajadores del sector. En concreto, demandan a Kristau Eskola -patronal mayoritaria en el sector-, sindicatos y Gobierno Vasco que asuman “sus responsabilidades” en este conflicto laboral en el que ven a sus hijos en una situación “de total indefensión”. “Representamos a cerca del 50% del alumnado. Somos de diferentes municipios, padres y madres que tenemos un objetivo común: luchar por la educación de nuestros hijos”, subrayaron. En este sentido, este fin común es lo que les llevó ayer a unirse después de organizar la manifestación en apenas “diez días”.
“Estamos aquí para intentar conseguir que los que tienen la llave para solucionar el problema lo solucionen. Y esos son los sindicatos, patronales y el Gobierno Vasco. Nosotros somos la parte perjudicada de una situación en la que no podemos hacer nada”, declaró Jesús Fernández, uno de los portavoces de las Ampa.
A su juicio, los máximos perjudicados por esta situación son los alumnos, sobre todo, “los de los cursos más altos, que van a perder, al ritmo que vamos, entre un 10% y un 15% de las clases del año. Eso a la hora de terminar el año académico, con la selectividad a la vuelta de la esquina, les va a suponer un gran problema porque no van a poder recuperar todo ese tiempo”.
Sobre esta línea, Fernández se refirió también a los escolares más pequeños. “Está habiendo problemas porque las familias los están llevando a clase sabiendo que no pueden estar bien atendidos y, además, los propios niños se encuentran en el colegio con personas desconocidas, lo que les genera un problema de confianza que luego van a tener que recuperar con su tutor”.