Madrid - La celebración de eventos como el rally automovilístico Dakar repercuten en el medio ambiente por la huella ecológica que dejan y el impacto en la biodiversidad ante la invasión de espacios naturales, la afluencia de público y la logística que conlleva. La 41 edición del rally Dakar se realizará este año por primera vez en un solo país, Perú, y, según cálculos oficiales, se generarán 15.000 toneladas de dióxido de carbono, así como más de cien toneladas de residuos sólidos que se recogerán en los campamentos de la caravana y en zonas de espectadores a lo largo del recorrido.

Según datos de la organización, el Dakar, que llegó a América Latina en 2009, generará emisiones de dióxido de carbono que se compensarán con donaciones para proyectos de conservación en la región amazónica de Madre de Dios y el Parque Nacional Cordillera Azul.

El Ministerio del Ambiente de Perú señala en su página web que Dakar 2019 será “carbono neutral” al compensar las actividades con la adquisición de 5.000 toneladas de créditos de carbono del proyecto Reducción de Emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la Deforestación y Degradación de los bosques, la conservación y el incremento de las capturas de CO2 (REDD).

Para el director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, el “impacto es claro sobre la biodiversidad”, por los problemas de “abrasión, fragmentación y de distorsiones en el medio natural”. Lo que se busca es “el riesgo y la aventura”, en “sitios lo más inaccesibles, lejanos e inhabitados y por lo tanto más salvajes e importantes desde el punto de vista de la biodiversidad”, sostiene. - Efe