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La Iglesia española pide “perdón” a las víctimas de abusos sexuales a menores

Los obispos de la Conferencia Episcopal acatan el deseo del Papa Francisco con un acto litúrgico

La Iglesia española pide “perdón” a las víctimas de abusos sexuales a menoresEFE

madrid - La Iglesia católica española ha pedido “perdón” por los abusos sexuales cometidos contra menores por parte del clero. Lo ha hecho, eso sí, en el marco de un acto litúrgico sin trascendencia penal. Los obispos reunidos en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) se unieron ayer a la eucaristía presidida por el nuncio apostólico del papa Francisco, monseñor Renzo Fratini, para entonar el mea culpa por los abusos y el encubrimiento de los pedófilos. “Pedimos cada uno de nosotros perdón por nuestras infidelidades, nuestras omisiones, nuestros silencios y pasividades. No es suficiente pedir perdón por los demás, por lo realizado irresponsablemente por quienes tenían un cargo pastoral y han dañado a la Iglesia”, dijo Fratini durante la homilía.

El representante del Vaticano precisó que los abusos contra los menores “ha sido muy grave y muy triste. Ha sido un escándalo para los fieles de la Iglesia, una vergüenza que rechazamos de corazón”. Por último afirmó que “pidiendo perdón, tenemos al mismo tiempo que mantener nuestra confianza en Él”. Con esta eucaristía, los jerarcas de la Iglesia católica de España acataban el deseo del papa Francisco, que instó a las conferencias episcopales a elegir “un día apropiado en el que orar por las víctimas de abuso sexual”. La fecha acordada por la CEE fue el 20 de noviembre, Día Universal del Niño.

Con motivo de la II Jornada de Oración por las Víctimas de Abusos, las distintas comunidades cristianas del Estado hicieron suyo el mensaje de perdón y no repetición enviado por el papa. Las parroquias de Euskadi no fueron una excepción. Cada una, a su manera, leyó el subsidio litúrgico que la Iglesia de España dedicó a la penitencia por las víctimas de la pedofilia en su seno. Las parroquias de la Diócesis de Bizkaia también se disculparon por los abusos por parte de pastores y fieles y oraron para que “nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades”.

Reacciones al perdón Así fue, por ejemplo, en las misas celebradas en la Basílica de Begoña. El presbítero diocesano, Dionisio Larrañaga, abrió el oficio de once dedicando unas palabras contra las vejaciones cometidas por miembros de la Iglesia a menores. “Esta eucaristía es especial porque vamos a orar por todas las víctimas de abusos sexuales cometidos por pastores y fieles de la Iglesia. Es un momento importante de reconocimiento, de penitencia, de arrepentimiento y de confianza en Diós”, dijo. Recordó a los fieles presentes que la homilía se iba a hacer eco de la petición del papa de “reconocer y condenar la magnitud del daño causado a tantas vidas”.

Por su parte, el vicario general de la diócesis bilbaína, Félix Alonso, señaló que ayer fue “un día triste” porque se recordaban los abusos a menores, en general, y en la Iglesia católica en particular. Según dijo, la Iglesia está tomando conciencia del infierno ocasionado por las agresiones sexuales cometidas por parte de sus miembros y que fueron silenciadas. “Porque en la Iglesia algunos sabían lo que ocurría y no dijeron nada”, manifestó. El vicario general admitió que la petición de perdón llega “seguramente tarde”, porque aunque civilmente los casos hayan prescrito “para las víctimas nunca prescriben”.

Juan José Tamayo, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de la Religión Ignacio Ellacuría en la Universidad Carlos III de Madrid, afirmó a DNA que este acto de contricción “llega ciertamente tarde”. Él prefiere escuchar a las víctimas por si éstas “tienen otra impresión tras décadas y décadas de abusos continuados contra niños, niñas y adolescentes en seminarios, noviciados, colegios religiosos? Durante décadas se han producido estos actos con esa tolerancia con los pederastas, con esa impunidad, con esa falta de arrepentimiento y petición colectiva de perdón. Y también con ocultamientos, con encubrimientos y complicidades. La verdad es que no sé si este gesto es suficiente para las víctimas”.

A este teólogo le parece “peligroso” reducir la petición de perdón a un acto de culto porque “puede diluir y encubrir las responsabilidades de comportamientos dramáticos” con lo que se “desdramatiza y resta gravedad a unos actos que han tenido consecuencias gravísimas”. De este modo, defiende que la Iglesia rinda cuentas en “una esfera mucho más laica y mucho más cívica” puesto que los actos “criminales que se han cometido contra personas indefensas siguen ahí y es dantesco”.

Según Tamayo, lo primero que habría que hacer para que el perdón de ayer no se quede en un “gesto de puro artificio” es el nombramiento de una comisión de investigación desvinculada de los órganos jerárquicos. Desde su punto de vista la institución creada recientemente por la Conferencia Episcopal Española para depurar responsabilidades “es poco creible”. En primer lugar, explica, porque la preside un obispo “objeto de críticas por parte de las víctimas”. En segundo lugar, porque la comisión está formada solo por hombres, lo que refuerza el carácter “patriarcal” de la Iglesia católica española, “una de las causas más importantes para que en los últimos setenta años se hayan producido todo tipo de comportamientos agresivos sexualmente” contra niños, niñas y adolescentes. “Crear una comisión solo de hombres, del entorno eclesiástico, sin que haya expertos en derecho penal, sin que haya mujeres y sin que haya personas independientes me parece muy sospechoso, sinceramente”.