Bilbao - Los colectivos que integran la red de acogida vecinal a los inmigrantes llegados a Bilbao han solicitado que los dispositivos de tránsito abiertos en verano, con 218 plazas, “deben convertirse en centros especializados”. El objetivo sería que ofrecieran “una estancia prolongable de hasta seis meses en los que se haga una acogida integral que se adapte a la realidad de cada persona”. Esta es una de las medidas que propusieron ayer durante una rueda de prensa celebrada tras la reunión que mantuvieron el viernes con las instituciones -Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao-, a las que acusaron de poner en marcha medidas “claramente insuficientes”. Por ese motivo, indicaron que continuarán con su labor “si las instituciones públicas no hacen su parte”.
Según expusieron, desde finales de junio, cientos de personas africanas arribadas en patera “están siendo trasladadas a Bilbao”, donde, ante los recursos “insuficientes” aportados por las instituciones vascas, vecinos de los barrios de la capital vizcaína -agrupados en Bilboko Harrera Auzoak y con la ayuda de la comunidad africana y grupos como SOS Racismo y Ongi Etorri Errefuxiatuak-, decidieron “implicarse” en la acogida de estos inmigrantes. Esa preocupación derivó en la reunión mantenida el viernes con representantes públicos que detallaron los recursos de acogida puestos en marcha. Mientras la red de acogida consideró que las medidas serán “insuficientes”, los delegados de las entidades públicas pidieron “tiempo para ver si las medidas son realmente efectivas”. De hecho, según apuntaron ayer, las instituciones explicaron que “se mantendrán los dispositivos de tránsito abiertos este verano (en el caso de Bilbao un centro de FP compartido con el alumnado)”, mientras se mantiene en Berriz “un centro para estancias de 15-20 días con capacidad ampliable para 20 mujeres con menores a su cargo, mujeres solas y personas convaleciente”. Además, añadieron que en el municipio guipuzcoano de Oñati se ha abierto “un albergue con 100 plazas ampliables para solicitantes de protección internacional, con una estancia de 3 meses que puede ser menos o más en función de ‘criterios técnicos”.
La red de acogida estimó que en el caso de Bilbao los protocolos, marcos de actuación y programas puestos en marcha son “ineficaces, cortoplacistas e insuficientes” para la nueva realidad de personas migrantes. Por ello, propusieron que los dispositivos en tránsito abiertos en verano, “deben convertirse en centros especializados con estancia prolongable hasta seis meses”. Además, solicitaron también “activar pisos y albergues de primera acogida de CEAR en Bilbao, su cinturón y otros municipios de Bizkaia”, al entender que las 100 plazas del nuevo albergue de Oñati “no van a ser suficientes” y abrir otros centros como el de Berriz.