Bilbao- Abre el curso apostando por una universidad pública basada en la “excelencia” y no en el “elitismo”. ¿A qué se refiere?
-Concibo la UPV/EHU como una institución que garantiza la igualdad de oportunidades y garantiza que el acceso nunca se produzca por otras circunstancias que no sean la capacidad intelectual, es decir, que el nivel adquisitivo no debe condicionar el acceso a nuestra universidad. Pero esto no comporta que la UPV/EHU tenga menores niveles de exigencia y autoexigencia. Nosotros buscamos la excelencia y el hecho de estar entre las 400 mejores universidades del mundo en el Ranking de Shanghai así lo atestigua.
¿Tiene la sensación de que la marca UPV/EHU se ve perjudicada porque es pública, es decir, porque es accesible?
-No, pero como no quiero que haya ninguna sombra de duda creo que este discurso tiene que calar y que la ciudadanía vasca lo tiene que entender. Porque a veces parece que aquello que no te cuesta tanto vale menos y no es así.
¿No cree que la crisis ha cambiado esa percepción de lo público como algo que se da por hecho y que no está relacionado necesariamente con la calidad? ¿La sociedad no se ha dado cuenta de la importancia de preservar lo público?
-Creo que la mayoría de la sociedad vasca sí se ha dado cuenta, pero hay sectores que todavía no valoran suficientemente lo público. Y creo que también la UPV/EHU tiene que hacer más esfuerzos de los que ya hacemos para estar en el centro de la sociedad, fomentando la divulgación científica pero no desde una actitud pasiva. Hay que seguir impulsando iniciativas para que la ciudadanía se apropie de la ciencia y el conocimiento, como la Semana de la Ciencia o UPV/EHU en el Espacio, que este año han recibido más de 53.000 visitantes, así como otras iniciativas que desarrolla la Cátedra de Cultura Científica como Naukas o Ciencia Clip, donde los adolescentes cuelgan vídeos en la web y son protagonistas de esa divulgación científica.
Que la UPV/EHU pida al Gobierno Vasco un marco de financiación “estable y suficiente” es ya un clásico de la ‘vuelta al cole’. ¿Eso quiere decir que es inestable e insuficiente?
-Lo que quiero es que esta universidad, que es mejor y que tiene unas infraestructuras obsoletas en algunos casos, se vea respaldada por el Gobierno Vasco. Hablo concretamente de la Facultad de Medicina y Enfermería y hablo de recuperar los niveles de inversión que teníamos antes de la crisis. Puedo entender que durante la crisis todos nos hemos tenido que apretar el cinturón, pero es el momento de recuperar los niveles de inversión en el Plan Universitario que va a marcar el futuro de nuestra universidad los próximos cuatro años.
¿Cómo le gustaría que se reflejase esa aspiración en el Plan Universitario 2019-2022?
-Hay algunas demandas concretas, como por ejemplo la Facultad de Medicina y Enfermería y estabilizar parte de la plantilla que estamos financiando con contratos-programa para crear puestos fijos en la RPT. Me gustaría que las formas de pago de los contrato-programa se modificasen porque, a veces, no podemos adelantar todo el dinero que se nos asigna porque no disponemos de esa cantidad; y también me gustarían inversiones destinadas a seguridad y salud de algunos centros.
¿Entendería que el nuevo Plan no recoja una partida para la Facultad de Medicina y Enfermería?
-Me resultaría muy difícil entenderlo y, desde luego, creo que el Plan debería contemplar un escenario claro, con una cronología concreta, para la construcción de este edificio y otros edificios que acompañan el proyecto, como el centro de investigación biomédica.
Llevan negociando con el Gobierno Vasco prácticamente una década este Polo Sanitario en el hospital de Basurto. ¿Lakua no les ha trasmitido cuál será su postura en el Plan Universitario?
-No nos han avanzado nada. Lo que sí hizo el Departamento de Educación fue pedirnos un proyecto arquitectónico y académico para esta nueva infraestructura y tras varias modificaciones tienen sobre la mesa el último documento para intentar hablar y negociar con ellos.
¿Cuánto cuesta la Facultad nueva en el proyecto que han entregado?
-Unos 60 millones de euros.
¿A corto plazo, a medio?
-A medio plazo, pero lo que estamos solicitando es el escenario que lo haga posible.
El Gobierno les puso como condición que la UPV lograse fondos propios. ¿Han logrado ese apoyo de otras instituciones, como Ayuntamiento de Bilbao o Diputación de Bizkaia?
-Lo hemos solicitado pero de momento no hemos tenido respuesta. Es verdad que cuando lo solicitamos aún no habíamos salido de la crisis y se nos dijo que las infraestructuras no eran la prioridad. Lo entendimos pero seguiremos solicitando el apoyo de otras instituciones que puedan complementar la importante aportación que tendría que hacer el Gobierno Vasco.
Entre tanto, la Universidad de Deusto ha aprovechado para anunciar que abrirá una facultad del ámbito de la salud. ¿Teme la competencia?
-Creo que se sacaron de contexto mis palabras en Radio Euskadi porque lo que quise trasmitir fue mi defensa de que la UPV/EHU es la única universidad que garantiza el acceso por competencia intelectual y que, por dimensión, va a ser la universidad que responda a las necesidades sociosanitarias en formación de nuestro país. También quiero decir que la UPV/EHU es líder dentro del Sistema Universitario Vasco y que, por tanto, se nos tiene que apoyar financieramente de forma suficiente y estable. Y dentro de eso es fundamental que se apoye a nuestra Facultad de Medicina y Enfermería para que sus instalaciones sean acordes al siglo XXI. Todo se lió con un adjetivo que usé.
Dijo “sorprendente”. Pero no me diga que le pillaron por sorpresa las intenciones de Deusto. Insisto, ¿teme su competencia?
-Sí, sorprendente, me sorprende que en el siglo XXI no dispongamos de un escenario para una Facultad de Medicina y Enfermería acorde con los tiempos. Más allá de eso, a mí no me da miedo la competencia porque creo que la UPV/EHU es muy buena, tiene unos profesionales excelentes y unidades en cinco hospitales públicos de Osakidetza de primer nivel. A partir de ahí, respeto los proyectos de todos.
¿Pero qué pasa con Medicina? Las quejas por la falta de plazas es otro clásico entre los cientos de estudiantes que se quedan fuera cada año ¿El Ministerio no debería sacar más plazas MIR?
-Efectivamente, la clave es esa. Si hubiese más plazas MIR podríamos ofrecer más plazas de Medicina, pero si incrementásemos las plazas sin que haya más plazas MIR abocaríamos al paro a alumnado después de haber estudiado once años: seis de carrera, uno de MIR y cuatro de residencia. Creo que aquí debemos actuar con mucha responsabilidad.
Tras hablar con Osakidetza, ¿hay margen de ampliación de plazas MIR a corto plazo?
-Hay margen de ampliación pero no muy grande. No ampliamos las plazas por esta razón, por responsabilidad, porque estamos esperando a que Osakidetza consiga más plazas MIR.
Vuelven a sobrar plazas en las ingenierías. ¿Ha bajado el interés o la oferta está sobredimensionada en la UPV/EHU?
-No diría que está sobredimensionada en la UPV/EHU, pero existe una oferta importante dentro del Sistema Universitario Vasco, así como en la Universidad Pública de Navarra y otras universidades del entorno. Y esto se une a que las vocaciones en ingeniería han disminuido a nivel europeo un 6% o 7% en los últimos cinco años. Y aquí también han disminuido las vocaciones, aunque en menor medida.
Este curso empiezan nuevos itinerarios en dual. ¿Por qué apuestan por este modelo?
-Nosotros hemos sido pioneros porque el IMH de Elgoibar es la única titulación realmente dual del Estado con su contrato de trabajo y un plan formativo muy bien diseñado. Nos parece que compaginar la actividad profesional con la académica es muy interesante para el alumnado porque le ayuda en su inserción laboral. Creemos que no solo es útil para el ámbito de la ingeniería y por eso lo hemos ampliado a Dirección de Empresas o a Relaciones Laborales y Trabajo Social.
¿Habrá nuevos itinerarios dual el curso que viene?
-Ya hemos llevado a Unibasq para su acreditación dos titulaciones de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa -Ingeniería Civil e Ingeniería Eléctrica- más dos másteres Ingeniería de Sistema Empotrados en Gipuzkoa y otro en el IMH, Digital Manufacturing e Industria 4.0.
Euskadi se ha lanzado a la universidad dual sin un marco regulatorio Estatal. ¿Se garantiza, como en la FP dual vasca, que el alumnado tenga unas condiciones dignas?
-Como universidad pública defendemos el contrato, pero nos lo tiene que refrendar una ley que estamos trabajando con el Gobierno estatal. En cualquier caso, el sistema de la UPV/EHU garantiza unas condiciones dignas a los estudiantes, aunque lo que más nos preocupa es el diseño de un plan formativo claro.
Para que esto no acabe en unas prácticas largas y listo. ¿Cuál ha sido la respuesta de empresas y estudiantes?
-La respuesta de los estudiantes ha sido excelente así que hemos tenido que seleccionar los mejores expedientes académicos. Del lado de las empresas hemos tenido una respuesta satisfactoria, pero tenemos que tener en cuenta que tenemos muchas Pymes y, a veces, es un esfuerzo muy importante recibir un estudiante, formarlo, un contrato? En las empresas medianas o grandes la respuesta ha sido buena.
La entrada de la UPV/EHU entre las 400 mejores de Shanghai demuestra que los grupos de investigación consolidados lo están haciendo bien pero, ¿qué me dice de las condiciones de la investigación joven?
-Todo en Shanghai es relativo y puede ser que bajemos al rango de las mejores 500 como no sigamos inyectando financiación a la investigación. Además, la generación de conocimiento hace que una universidad sea mejor en docencia, mejor en obtención de recursos, mejor para prestigio de los profesionales y estar más vinculados a la sociedad.
¿Y qué me dice de la cantera?
-Hay que distinguir la situación en predoctoral y en postdoctoral. En predoctoral, por ley, hay un contrato en formación y tienen una dirección de tesis que enseña por lo que no se pueden poner al nivel de un investigador joven que ya haya investigado un tiempo o tenga la tesis. Y creo que en postdoctoral los contratos de investigación son adecuados.
El 52% elige estudiar en euskera y cada año entran en la UPV/EHU cientos de estudiantes navarros porque en la UPNA solo pueden estudiar íntegramente en euskera Magisterio. ¿Son conscientes de la responsabilidad institucional que tienen para Euskal Herria?
-Sí somos muy conscientes de esa responsabilidad y estamos muy orgullosos. Quiero poner en valor la cantidad de profesionales euskaldunes que estamos sacando al mercado laboral y que configuran la base social euskaldun de este país. A veces se nos olvida que prácticamente el 94% de las asignaturas obligatorias se pueden estudiar en euskera, algo que no existe en ninguna otra universidad. Además seguimos apostando por el euskera siempre que haya demanda en las optativas. Por tanto, el euskera es una de las señas de identidad de la que nos sentimos muy orgullosos.