MADRID. Según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la situación de maltrato comenzó a producirse desde mayo, cuando la víctima inició la relación.
Desde ese momento, según los investigadores, el detenido la mantenía retenida en el domicilio, agrediéndola y amenazándola continuamente.
Varios de estos actos fueron grabados por el autor de los hechos, permaneciendo la víctima en un permanente estado de pánico, lo que le impedía pedir ayuda porque, además, siempre estaba vigilada por el maltratador y solo salía de la vivienda con él.
Sin embargo, a finales de agosto, en un descuido del arrestado, la mujer consiguió contactar con su hermana, que la encontró escondida y en estado de shock. Tras relatar la situación que vivió durante los últimos meses, la acompañó a interponer la denuncia en comisaría.
Así, el 25 de agosto la Policía detuvo al autor cuando regresaba a su domicilio y practicó el registro de la vivienda en el que los agentes intervinieron dos terminales telefónicos y un ordenador de su propiedad.
En un análisis exhaustivo de los dispositivos, los policías consiguieron rescatar una importante cantidad de archivos multimedia ya que el detenido almacenaba imágenes y vídeos con las múltiples amenazas, agresiones y situaciones de dominación y humillación a las que sometía a su víctima.
Gracias al análisis de estos archivos, la Policía ha constatado que el arrestado mantuvo a la mujer durante cuatro meses de incomunicación, en los que sufrió agresiones sexuales y lesiones de las cuales no fue convenientemente tratada, ya que el maltratador no lo permitía.
Tras pasar a disposición de los juzgados de Fuenlabrada se decretó su ingreso en prisión provisional.