VIENA. "Quizá España tiene que estar en otro huso horario. Francamente, no lo sé. Demos la oportunidad al Parlamento Europeo a ver si es capaz de encontrar un común denominador entre países que están en situaciones geográficas tan diferentes", manifestó en un encuentro con los medios durante la reunión de ministros de Exteriores que se concluye hoy en Viena.
Borrell incidió en que se trata de una propuesta que tiene que ser debatida en el Parlamento Europeo donde "todos los países tendrán que explicar su punto de vista y en qué medida eso favorece o no los procesos de conciliación de la vida familiar, adaptación de horarios a las horas de luz y consumos de energía".
"Seguro que no lo ven igual los lapones que los portugueses", agregó, aunque admitió que no es "un experto" en el asunto.
Preguntado por si se inclina más por el horario de verano o el de inverno, se mostró indiferente: "Mis horarios son continuados en invierno y en verano", declaró.
La Comisión Europea informó el pasado 17 de agosto de que la consulta pública para recabar opiniones sobre la posibilidad de modificar la directiva europea que regula el cambio horario registró una cifra récord de participaciones.
Unos 4,6 millones de europeos de los 28 países de la Unión hicieron sus aportaciones a través de un cuestionario en línea.
Los parlamentarios de cada país tendrán que explicar cómo afecta a los ciudadanos de cada país; esa es la gran virtud que tiene la asamblea parlamentaria, que a veces dicen que tiene poca utilidad, esta es la prueba de que tendrá que decidir sobre un problema que afecta a la vida de la gente, la economía y el consumo energético", defendió.