MADRID. Un juicio que se esperaba con expectación y que la defensa del acusado no consiguió que se aplazara a pesar de haber alegado una enfermedad degenerativa de su defendido, ya que un análisis forense determinó que Vela, de 85 años, estaba capacitado para comparecer.

Pese a que el doctor Vela, para quien el fiscal pide 11 años de cárcel por el robo de Inés Madrigal, reconoció durante la fase de instrucción su firma en los documentos de registro de la bebé, en la vista oral que ha comenzado hoy no lo ha hecho.

El Ministerio Público considera que Inés Madrigal fue sustraída de su madre biológica y entregada a una mujer estéril (Inés Pérez), a quien Vela le había recomendado fingir un embarazo con cojines.

A diversas preguntas de la fiscal, el ginecólogo ha reiterado la misma respuesta: "no recuerdo". Y ya cuando le han mostrado el parte de nacimiento de Inés Madrigal con su supuesta firma, ha afirmado: "Eso no es mío".

Y cuando ha sido preguntado por si conocía a Inés Madrigal o a Inés Pérez, la madre adoptiva de la primera, ha negado con la cabeza y después, con voz casi imperceptible, ha manifestado: "Yo no he dado ninguna niña a nadie".

Vela ha necesitado un tiempo para responder a cada pregunta, aunque en la mayoría de las ocasiones se ha limitado a contestar que no recordaba. Así, no ha podido precisar si en la clínica se tramitaban adopciones o quiénes exactamente rellenaban los libros de registro de nacimientos.

De hecho, ha llegado a mencionar a las asistentes sociales, las matronas o los médicos "si estaban allí cerca". Lo que sí ha manifestado es que nadie comprobaba si eran correctos los datos de los certificados.

Vela, que se ha definido como director médico de la clínica, tampoco ha podido desvelar si existía un protocolo concreto cuando ingresaba alguna mujer para dar a luz, y no ha podido recordar si por ese centro sanitario pasaban monjas, ni las camas con la que contaba ni el personal que trabajaba en él.

También ha declarado que no se llevó documentos cuando se cerró la clínica y ha precisado que no sabe dónde han ido a parar.

"Han pasado tantos años que yo...", ha dicho en otro momento del interrogatorio.

Su comparecencia ha comenzado poco después de que las partes debatieran, a puerta cerrada, las cuestiones previas y la petición de la defensa de anular el juicio por entender que los delitos habían prescrito, lo que no ha sido atendido por el tribunal, cuya presidenta, María Luisa Aparicio, ha indicado que este asunto se resolverá en la sentencia.

A las puertas de la Audiencia se han concentrado miembros de distintas asociaciones, que han aplaudido la llegada a la sede judicial de Inés Madrigal y abucheado la salida de Vela.

Tras su declaración, ha comparecido en la vista Inés Madrigal, quien ha relatado cómo su madre le contó que era adoptada y que siempre le dijo que Eduardo Vela le había "regalado una niña".

Ha resaltado también que el supuesto "conseguidor", el padre Félix, fue quien medió en la entrega de la niña a Inés Pérez, como siempre le ha contado ésta.

Madrigal ha explicado cómo comenzó a indagar sobre su origen y ha reconocido que fue "un palo demoledor emocionalmente hablando"

También ha declarado en el juicio la esposa del doctor Vela, Adela Bermejo, quien ha negado que ayudara a su marido en la clínica y ha asegurado que no recordaba haber estado presente en la entrega de ningún niño.

Un socio de Vela y tres enfermeras tampoco han podido aclarar nada en su comparecencia, ya que, según ellos, no tuvieron conocimiento de ninguna irregularidad en la clínica.