México - La información difundida a través de las redes sociales alimenta y favorece una sensación de respeto por el medio ambiente “que realmente es ilusoria, siendo un sofisticado maquillaje que disimula las verdaderas intenciones: la satisfacción personal y el alivio de conciencia”, expresa el psicólogo Ricardo Trujillo. El académico de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México cree que las ideas bienintencionadas sobre un consumo responsable en las redes sociales “son en realidad un simulacro”, un acto efímero para aliviar la conciencia de una sociedad “cuyo modelo económico inamovible secuestra cualquier posibilidad de cambio”.

Para Trujillo, la información vertida en las redes “no produce actos sociales, sino información que se intercambia” en un mercado que recompensa con satisfacción personal y alivio de conciencia. Compartir contenidos de índole responsable “genera una identidad social” que define al usuario en un entorno cibernético como alguien teóricamente sano y responsable en “la sociedad del espectáculo que han creado Instagram, Facebook y otras”.

“Es un proceso de consumo y al mismo tiempo lo que genera son identidades sociales vanas y superficiales”, aseveró el especialista. En cuanto a la vinculación psicológica entre el ser humano y la naturaleza, el experto ahondó en que esta última es vista como una especie de “madre perdida” a la que se echa en falta y a la que se trata bien de vez en cuando para espantar a la culpa. Esto explicaría, a su juicio, que la gente “cuando ya tiene recursos económicos suficientes, lo que hace es comprarse una segunda casa donde va a poder intentar estar un poco más cerca de la naturaleza”. - Zoilo Carrillo