ALICANTE. Según han informado hoy fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, los agentes del Grupo de Investigación de Delitos Tecnológicos del instituto armado han utilizado por primera vez en el Estado la figura del "agente virtual encubierto" para llegar hasta los sospechosos.

La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Orihuela (Alicante), que ha dirigido la operación, permitió que los investigadores se infiltrasen en estos grupos para hacerse pasar por un usuario más.

Entre los detenidos, que han quedado en libertad provisional con cargos tras pasar a disposición judicial, figuran dos menores, uno de 16 años residente en Elche (Alicante) y otro de la misma edad con domicilio en la localidad murciana de San Javier.

El resto de los arrestos, junto con 20 registros domiciliarios en los que se ha incautado numeroso material informático, se ha producido en Bizkaia, Madrid, Barcelona, Granada, Valladolid, Málaga, Almería, Tenerife, A Coruña, Sevilla, Las Palmas, Castellón y Lanzarote.

Los grupos de WhatsApp investigados eran administrados por ciudadanos de países latinoamericanos como Chile, Perú o México, a cuyas fuerzas de seguridad ha trasladado la Guardia Civil la información de que dispone.

Estos administradores invitaban directamente a determinados usuarios a los grupos o bien los sospechosos accedían a ellos mediante enlaces de Internet publicados en "grupos cerrados o secretos de Facebook" con servidores radicados en Estados Unidos.

"Si el usuario no compartía archivos, era eliminado a veces, porque se le calificaba de mirón u observador", han explicado hoy, durante una rueda de prensa, los guardias civiles Bautista y Rubén, responsables de la investigación.

Según sus cálculos, los foros investigados, que cambiaban a menudo de nombre para dificultar su rastreo, estaban compuestos por "miles de personas de todo el mundo", aunque la Guardia Civil se centró en los 19 usuarios con teléfonos radicados en España.

Los agentes están convencidos de que los consumidores y distribuidores de este material se lo descargaban en otros dispositivos como ordenadores, discos duros o memorias USB para no colapsar sus terminales, dado el volumen de los archivos.

Las imágenes analizadas por la Guardia Civil incluyen fotografías y vídeos explícitos pedófilos protagonizados por niños de diferentes edades, incluidos "bebés de meses", algunos de ellos de tipo zoófilo.

Un testigo protegido facilitó a la Guardia Civil uno de los enlaces de Internet a través del que se llegaba a estos grupos de WhatsApp, según las mismas fuentes, lo que permitió que la investigación se pusiera en marcha en marzo del pasado año.