Madrid - Indignante y desesperante. Caos absoluto. Así resumían ayer los usuarios de la AP6 la situación vivida tras quedarse atrapados toda la noche del sábado en esta carretera. “Previsión 0 para la nevada, con mayores, bebés, gente sin gasolina y sin comida. Horas atrapados. ¿Pagar peaje para eso? Me parece una injusticia plena y una situación denigrante”, decía uno. “No sabes cuánta gente se metió ayer en la AP6 con la gasolina para llegar a Madrid, no para pasar la noche. Que viajó con niños y sin agua ni comida”, lamentó otro viajero.
Con la autopista convertida en un callejón sin salida para miles de personas, que tuvieron que pasar la noche en sus vehículos o en gasolineras y áreas de servicio, los partidos políticos se enzarzaron en una discusión sobre la falta de previsión de esta pesadilla. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció ayer la apertura de un expediente informativo a la concesionaria de la AP-6, Iberpistas. La AP-6 en Ávila, Segovia y Madrid reabrió ayer de forma provisional tras 18 horas de caos circulatorio. La vía quedó despejada después de la intervención durante toda la noche de la UME. Las personas atrapadas no pudieron continuar la marcha hasta la mañana de ayer. Según el Ministerio de Defensa, las labores de rescate se vieron complicadas porque había “numerosos vehículos que, accidentados o atrapados, bloqueaban no sólo los carriles sino los arcenes, lo que dificultó el paso de los vehículos de emergencias”.
Los partidos de la oposición han pedido la comparecencia del ministro por la improvisación que ha reinado en una nevada prevista desde hace una semana. El titular de Fomento señaló ayer que el Ministerio estuvo trabajando durante toda la noche, pero es la concesionaria la que tiene que tomar las decisiones y tener los medios.
El ministro negó falta de previsión, ya que, a su juicio, cuando se producen nevadas de estas características, es necesario parar la circulación para poder limpiar la carretera y reanudar el tráfico. Estas paradas a veces se producen durante horas y eso origina retenciones tan importantes como las que se produjeron en la AP-6, donde la empresa concesionaria decidió prohibir el sábado el tráfico hasta las siete horas para llevar a cabo las tareas de limpieza.
El primer bloqueo se produjo sobre las 20:45 horas, impidiendo la utilización de muchos de los medios mecánicos que estaban a disposición, agregó el ministro.
reprimenda de la DGT Por su parte, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, reprochó a los conductores que no se enteraran de los avisos de nieve. Aseguró que la DGT llevaba avisando desde el viernes por la mañana, a través de paneles y en redes sociales, de los riesgos de circular con la nevada, pero “ha habido conductores que no se han enterado o han tomado decisiones inapropiadas”.
Serrano respondió así a las críticas recibidas por las miles de personas atrapadas. Aunque después matizó que “no es cuestión de buscar culpables”, Serrano señaló a los conductores y también apuntó que ha sido una nevada “excepcional”, con un espesor de cuarenta centímetros que afectó a veinte kilómetros de autopista.
“Se anunció con antelación y se recomendó con insistencia que no se circulara el sábado por tarde por las vías afectadas, pero desgraciadamente no fue así”, dijo Serrano, tras puntualizar que su departamento aprendió la lección después de los problemas que hubo el año pasado en Valencia y Albacete.
“Hemos sido sumamente conservadores antes de cortar las vías para evitar su colapso, pero a pesar de eso, muchos vehículos iban sin cadenas, y ha habido accidentes relacionados con el hielo y la nieve, que hacen que las autopistas se colapsen y las quitanieves no puedan acceder”, criticó.
Desorganización. Tras quince horas encerrada en el coche con su marido y sus dos hijos, de 5 y 8 años, Remedios Díaz denunció que solo un kilómetro antes del 80, donde quedaron estancados, preguntaron a unos agentes por el estado de la vía y estos les permitieron el paso. “Mil metros después entramos en la ratonera”.
Desesperante. “Fue desesperante, no nos movimos ni un centímetro en toda la noche, nos quedamos sin agua y sin comida”, explicó Díaz, quien lamentó que “nadie se interesara por nuestra situación en esas horas”.