Vitoria. En una nota, la Policía autonómica aconseja que se incremente de manera especial la atención para descubrir marcadores de plástico que los ladrones ponen en las puertas de las casas para saber si están vacías o no, así como que se vigile si hay personas desconocidas merodeando por los edificios.
Ante cualquier sospecha se debe llamar al 112 porque, tal y como señala la Ertzaintza "es mejor atender una falsa alarma que un robo".
Recuerda que se debe cerrar siempre con llave y con doble vuelta; que los objetos de valor deben guardarse en lugares poco previsibles; que hay que retirar el correo y la publicidad de los buzones y que es mejor contar con personas de confianza que con frecuencia visiten la casa y revisen su estado.
Asimismo, la Ertzaintza sugiere que no se comenten públicamente las fechas en las que las familias se van a ausentar de sus casas y que si existen andamios anexos al inmueble se cierren bien las ventanas y las persianas.
En caso de sufrir un robo no se debe tocar nada ni ordenar la vivienda y hay que llamar de inmediato a la Ertzaintza.
El Departamento de Seguridad señala que las formas tradicionales de operar de los ladrones se mantienen con alguna nueva modalidad. En el entorno urbano se sigue rompiendo el escudo protector y el cilindro de la cerradura y se obstruyen las mirillas para evitar testigos.
Asimismo, los delincuentes siguen abriendo puertas cerradas de golpe mediante el resbalón con una lámina de plástico. En el entorno rural o en casas unifamiliares se producen asaltos apalancando una puerta o una ventana, o rompiendo un cristal cercano a una manilla de apertura.
Los robos se pueden producir a cualquier hora del día y su autoría se atribuye a grupos criminales itinerantes que se desplazan por el Estado y que están integrados por delincuentes habituales.
Estos delitos han ido disminuyendo paulatinamente en los últimos 5 años debido a la concienciación y corresponsabilidad mayor de la ciudadanía y a los diferentes planes de acción operativos implementados por la Ertzaintza.