Bilbao - El próximo día 23 de enero el Parlamento Vasco vivirá una sesión inédita. Por primera vez profesorado, familias y alumnado tomarán la palabra para trasladar a sus señorías sus propuestas para mejorar el sistema educativo. Serán unas sugerencias surgidas del proceso Mejorar la Educación: Saber, Dialogar y Aportar abierto por el Consejo Escolar de Euskadi para “fomentar la participación, la reflexión y el debate sereno” entre quienes hacen la escuela día a día. En junio, la presidenta del consejo escolar, Nélida Zaitegi, presentó este proyecto de innovación social que camina en paralelo al Pacto Educativo liderado por el Departamento de Educación a las direcciones de los centros de los cinco municipios que participan en él de forma experimental: Santurtzi, Urnieta, Oion, Laguardia y Labastida.

El proyecto que pretende transformar la educación desde abajo, desde las aulas y desde las casas, arrancó en septiembre a través de distintas dinámicas. Ya ha cubierto una de sus etapas más importantes con la convocatoria del plenario del profesorado que desembocará en la redacción de un manifiesto que sus promotores esperan cale en los partidos y en el Gobierno Vasco.

“Definitivamente, creo que la Administración educativa debería ser permeable a las conclusiones y propuestas de este proceso de diálogo compartido, porque si tú eres responsable político y tienes a tu cargo presupuesto y la responsabilidad de configurar la política pública en materia educativa y tienes esta caja de resonancia, qué menos que escuchar”, afirma Iñigo Retolaza, facilitador de procesos de diseño de Teoría de Cambio en distintos países de América Latina.

Para Retolaza la iniciativa impulsada por el Consejo Escolar es “sumamente rica” aunque su éxito dependerá de si se rompe o no el “miedo” al diálogo. En este sentido señala que por todo el contexto político vivido en Euskadi “hay un déficit de cultura de diálogo a nivel social e institucional, porque las instituciones públicas pareciera que no saben o tienen miedo a abrir espacios de diálogo”. En cualquier caso, ahora se abre ese camino inexplorado en un ámbito, el educativo, frecuentemente mediatizado por intereses ajenos a las cuestiones puramente pedagógicas. Respondiendo a la llamada de Zaitegi, este experto en construir encuentros ciudadanos es, por así decirlo, el maestro de ceremonias que conduce los plenarios que se están celebrando en los municipios participantes en esta experiencia piloto de la que ya se están haciendo eco académicos y popes del mundo educativo del Estado a través de las redes sociales.

Este diario asistió al plenario celebrado en Santurtzi donde se dieron cita más de un centenar de docentes que, de forma voluntaria y fuera de su horario laboral, compartieron y aprendieron de las experiencias de otros compañeros. Treinta y tres docentes prepararon 23 temas que se expusieron en turnos de 20 minutos y luego fueron debatidos en grupo. Entre otras, se abordaron cuestiones como el trabajo por proyectos, la autonomía del centro, diversidad y aprendizaje individualizado, el cambio de paradigma en la Educación Infantil, tutoría y atención personalizada, liderazgo educativo, nuevas metodologías o cómo reforzar el papel del profesorado.

Buenas sensaciones Las sensaciones fueron “buenas” al término de cuatro horas de intercambio. “Me parece interesante que seamos los profesores los que hagamos las aportaciones porque somos los que estamos día a día en el aula y conocemos un poquitín de lo que estamos hablando”, afirmaba Carlos Quintana, profesor de la Ikastola Bihotz Gaztea (Santurtzi) tras la jornada. “Yo venía con la idea de aportar mi propia experiencia y luego escuchar lo que se está haciendo en el resto de los centros de Santurtzi y en ese sentido ha sido positivo”, señalaba Quintana, quien detectó problemas comunes con el resto de centros. “Espero -dijo- que este proceso de reflexión cristalice más allá de estos foros, al menos que se escuchen en el Parlamento tanto nuestras aportaciones como las que van a hacer las familias y los propios estudiantes y que de ahí salga algo positivo que ayude a mejorar el sistema educativo”.

La directora de Serantes Eskola, Marta Ruiz, consideró que Saber, Dialogar y Aportar es un proyecto en el que “hay depositadas muchas expectativas y ojalá se cumplieran”. Desde su punto de vista, la iniciativa del Consejo Escolar “es toda una oportunidad para poder expresarnos, para que quienes vivimos la realidad de la educación en el día a día contemos nuestra experiencia para saber lo que se necesita para conseguir lo que realmente pretendemos”. En este sentido, comentó que “si pudiéramos plantear propuestas serias y adecuadas a nuestra realidad creo que merecería la pena aprovechar la situación y que las conclusiones de este proceso de reflexión compartida con toda la comunidad educativa permeabilizase en el Parlamento. Si no, no lo haríamos, porque lo contrario sería una pérdida de tiempo”.

Tras el plenario, el profesorado implicado en este plan responderá a un cuestionario y pondrá negro sobre blanco soluciones constructivas a los problemas con los que deben lidiar todos los días: currículums extensos, poca flexibilidad y autonomía, falta de recursos, escaso o nulo reconocimiento social, ausencia de liderazgos claros, inestabilidad, etc.

En las próximas semanas el Consejo Escolar elaborará un documento que sintetizará todas las aportaciones recibidas y se llevará hasta la Cámara vasca. En paralelo tanto las familias como el alumnado realizarán su propia lectura de la situación en las aulas a través de distintas dinámicas (vídeos, charlas, visual thinking) y también se expondrán en enero en el Parlamento. Los mejores trabajos del alumnado se expondrán previamente en locales cedidos por los ayuntamientos que abrirán una votación para elegir cinco con las propuestas más valiosas. Y por primera vez, quince estudiantes jugarán en la liga de los adultos y la política para hablar de la educación que quieren.

Finalidad del plan. El proyecto Mejorar la Educación: Saber, Dialogar y Aportar que ha puesto en marcha el Consejo Escolar de Euskadi de forma experimental servirá para elaborar un protocolo de participación ciudadana que, a través de Eudel, podrá llegar a cualquier municipio de Euskadi. La finalidad de esta experiencia de innovación social es generar una reflexión rigurosa sobre la realidad educativa vasca y que los propios protagonistas (profesorado, familias y alumnado) aporten soluciones creativas a los problemas que detecten en sus ámbitos.