Bilbao - El presupuesto para 2018 será de 54,6 millones de euros, dos más que este año. ¿Qué líneas se reforzarán?
-El principal objetivo del Gobierno es conseguir un bilingüismo real y efectivo. A pesar de que a lo largo de los últimos 25 años hemos ganado 300.000 nuevos hablantes gracias a la escuela y a los euskaltegis, aún somos un tercio de la población. Hay muchos adultos que quieren euskaldunizarse y queremos facilitarles ese camino potenciando la gratuidad, con el objetivo que de esta legislatura consigamos que todo el que quiera estudiar hasta el B2 pueda hacerlo gratis si aprueba.
¿Cuántas personas se han beneficiado ya?
-Muchos municipios tienen becas, pero el Gobierno va a poner en marcha un plan para garantizar el derecho a estudiar gratis en euskera, independientemente del municipio en el que se viva. La idea es consensuar con diputaciones y ayuntamientos un procedimiento único para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades. Además se mantendrán las becas en los municipios para la gente que acude al euskaltegi con un objetivo distinto al título.
La gratuidad exige más financiación.
-El esfuerzo será compartido con las diputaciones y ayuntamientos, pero efectivamente en 2018 incrementaremos un 40% esta partida. HABE tenía 1,2 millones para becas y vamos a contar con 1,8 millones de euros.
‘Aprender euskera, ganar un mundo’ es el lema de la campaña de euskaltegis este año ¿Cómo está yendo la matriculación?
-A la espera de los últimos flecos, vamos a mantener la cifra de alumnado del año pasado, lo cual es un éxito porque quiere decir que la ciudadanía sigue queriendo aprender euskera. El perfil tipo es el de una mujer de 38 años que tiene muchas cosas que hacer a lo largo del día pero que apuesta por ir al euskaltegi.
Han hecho hincapié en reenganchar a la gente que ha arrojado la toalla. ¿Funcionan las segundas oportunidades con el euskera?
-Sí, de hecho ya nos estamos encontrando con caras conocidas. Teniendo en cuenta el perfil del alumnado imagine las carambolas que hay que hacer para compaginar trabajo y familia... Aprender una lengua no es fácil, pero hay gente que quiere seguir avanzando, a su ritmo. Bienvenido sea el esfuerzo, por eso la campaña se ha dirigido también a agradecer el esfuerzo de toda esa gente que hace una apuesta personal por el euskera y por educar a sus hijos e hijas en euskera, hoy en día el 95% del nuevo alumnado lo es de modelos euskaldunes.
HABE destinará 31 millones de euros a los euskaltegis, más del 60% a los privados. ¿Qué le diría a quienes sostienen que enseñar euskera se ha convertido en un negocio?
-Yo no estoy de acuerdo, pero no tiene importancia lo que yo piense sino lo que la ciudadanía opina. Y cada cinco años la mayoría de la ciudadanía dice en la Encuesta Sociolingüística que está a favor de las políticas lingüísticas que estamos llevando a cabo y de impulsar el uso del euskera. Una de las claves del éxito del proceso de recuperación y revitalización del euskera ha sido la adhesión masiva de la ciudadanía.
Los euskaltegis ya pueden acreditar los niveles básicos. ¿Se plantean llevar la evaluación continua a niveles intermedios como el B2?
-Sí, este año se va a llevar al B1 y la idea es extenderlo al B2 a lo largo de esta legislatura. Queremos facilitar a la gente que todo el proceso de aprendizaje lo realice en el propio euskaltegi. Entendemos que es menos estresante hacer un examen y una prueba oral con el profesor de siempre que acudir al BEC y examinarte junto a otras 12.000 personas ya que hay una relación de confianza.
¿ Y al C1 (EGA) también, o esa es otra liga?
-También, ¿por qué no vamos a poder acreditar el C1 en el propio euskaltegi con un examen final?
Se ha puesto en marcha el sistema para que quien no apruebe el examen escrito pueda compensarlo con el oral. ¿Ha subido el número de aprobados?
-No tenemos datos aún, pero tenemos clarísimo que hay que explorar esta vía, ¿por qué no dar una oportunidad a una persona que se comunica en euskera sabiendo la situación sociolingüística que tenemos?
Lograr un título, a ser posible del B2 o el C1. ¿Obsesión o necesidad?
-Bueno, según para qué. ¿El EGA es necesario para todo, como parece que está bastante expandido en la sociedad? No. El EGA se necesita en algunas tareas concretas, como para el profesorado o en ciertos puestos elevados de la Administración. Hay como una obsesión por el C1, se dice con toda naturalidad que se necesita para todo y no es verdad. No hace falta el EGA para hablar euskera. Cuando decimos que vamos a garantizar la gratuidad hasta el B2 es porque pensamos que es un nivel absolutamente suficiente. Tenemos que empezar a desterrar ciertas obsesiones y decirle a la gente que para ser euskaldun no se necesita el EGA.
Dijo que este año estaría lista la revisión de los perfiles lingüísticos de los 38.000 puestos de trabajo público. ¿Cuándo la presentarán?
-Estamos ultimando los detalles. Lo positivo es que vamos a ver que el sistema de asignación de los perfiles ha funcionado. Fue un sistema muy adelantado a su tiempo ya que hubo que preparar la Administración para garantizar los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía y se ha hecho con un ritmo adecuado. Gracias a ello Osakidetza o la Ertzaintza pueden preguntar a la ciudadanía en qué lengua quiere ser atendida, se han dado grandes pasos en la Administración, en el propio Gobierno Vasco, en diputaciones, ayuntamientos... Como consecuencia se ha elevado el uso del euskera en el ámbito formal, lo cual es normal en un proceso de revitalización de la lengua ya que los nuevos hablantes tienen unas costumbres adquiridas en el ámbito privado más difíciles de cambiar.
Insisto, ¿cuándo van a presentar la revisión de los perfiles?
-Espero que sobre diciembre.
El consejero Zupiria se descolgó con que “probablemente, en algunos puestos de trabajo se estén planteando exigencias más altas de lo necesario, como pedir el EGA a un barrendero”. Que quien dice un barrendero, dice una cardióloga de Osakidetza. ¿Se han topado con muchas de estas disfunciones?
-La verdad es que no. Quiero dejar claro que el sistema ha asignado un determinado perfil en base a las funciones del puesto y la fecha de perceptividad en función del municipio y el entorno lingüístico. Ni se exige un perfil lingüístico en el 100% de los puestos de la Administración, ni el nivel es igual en todas las partes. En el trabajo que vamos a presentar no se ven grandes disfunciones. ¿Es un sistema perfecto? Seguro que no.
¿Habrá cambios?
-Puede haber cambios porque la manera de trabajar y relacionarnos con la Administración ha cambiado muchísimo en 25 años. ¿Cuántas veces vamos ahora al ayuntamiento?, ¿cómo hacemos las gestiones? De forma telemática. La Administración está cambiando y el perfil de los puestos está cambiando, por tanto, se puede aumentar el nivel en los casos de los puestos con más contacto con la ciudadanía y rebajarlo en otros que no lo requieran.
¿La revisión satisfará a su socios, los socialistas, y a EH Bildu?, ¿cree que se abrirá un nuevo frente?
-No, todo esto está superado.
¿En serio piensa que está superado? Lo digo porque fue uno de los temas estrella en la última precampaña de las autonómicas.
-Sí, casi todos estamos en otro momento. El paradigma ha cambiado porque en un futuro no muy lejano todos los jóvenes que se incorporen a la función pública van a ser euskaldunes. Yo creo que en estos momentos la mayoría de los partidos estamos en el fomento del uso.
Ahí vamos. Este verano el Cluster de Sociolingüística alertó de que ha retrocedido el uso el euskera en la calle. ¿Preocupada?
-En procesos de recuperación y revitalización lingüística de pequeñas lenguas como la nuestra eso es absolutamente normal, aunque la ciudadanía no lo entienda de esta manera. El perfil del nuevo hablante ha cambiado. La mayoría de los euskaldunes jóvenes que han aprendido euskera en la escuela tienen familias castellanohablantes, son nuevos hablantes que no tienen la oportunidad de hablar euskera en su casa, ni en su entorno más cercano porque la mayoría vive en municipios grandes. Son personas que no tienen problemas para estudiar en euskera pero que no están acostumbradas a hablar en euskera en ámbitos informales.
Pero no deja de chocar que se haya incrementado el conocimiento y descendido su uso.
-En la medición, por ejemplo, se decía que los padres hablaban en el parque con los críos en euskera y entre ellos en castellano y quizá esos mismos padres en sus trabajos hablan en euskera. Esa es la realidad. ¿Es normal que en la calle se hable en castellano? Claro, porque a nada que una persona no sepa euskera, cambiamos al castellano. Además, la mayoría tiene el hábito de hablar en castellano en el ámbito íntimo y cambiar eso es lo más difícil.
¿Y qué hace su Departamento para evitar que los euskaldunes se vean obligados a pasar al castellano?
-El próximo día 23 vamos a presentar un programa muy potente para cambiar la costumbre de pasar del euskera al castellano, que por otro lado es normal. Todas las administraciones estamos trabajando con la Federación de Asociaciones del Euskera (Topagunea) en un programa que se ha experimentado en algunos municipios y que persigue activar a la ciudadanía e intentar que cambie el hábito de cambiar al castellano, poniendo el foco no tanto en el que habla en euskera bien sino en quienes entienden euskera y no acaban arrancarse y en la gente que sabe muy poco euskera pero que de alguna manera quiere escuchar o utilizar unos mínimos. El programa es como un pacto tácito donde mediante unas figuras (Belarriprest y Ahobizi) se llega a un acuerdo por el que durante once días quien sabe euskera va a hablar en euskera siempre, mientras que el que sabe menos va a hablar en castellano o alternar euskera y castellano a su ritmo. Estamos muy contentos con el programa, tanto por cómo se ha ido gestando de la mano de las asociaciones que forman la euskalgintza, como por la dinámica que propone.
La chavalería vive volcada en la red. Consume y disfruta de la cultura y el ocio por Internet. ¿El euskera se ha abierto hueco?
-Los adolescentes están consumiendo cualquier producto atractivo en el idioma que sea porque son plurilingües. La mayor parte del consumo en los entornos digitales es en inglés, en castellano hay bastante oferta y el euskera va un poco a rebufo y es lo que debemos potenciar. El entorno digital es estratégico porque nuestros jóvenes viven ahí gran parte del día. Acabamos de firmar un acuerdo para multiplicar los contenidos en euskera en Wikipedia porque es una herramienta que están usando continuamente los estudiantes y eso que ocupamos el puesto 31 de las lenguas más usadas, lo cual es impresionante. Esta semana hemos presentado una aplicación de la teleserie Goazen, que nos ha demostrado que el euskera no es el problema nunca. Está demostrado que la juventud consume algo globalizado y de su gusto si se lo ofreces en euskera. Además lo hace de forma masiva.
Nuevos aires en el Gobierno de Nafarroa y Mancomunidad única en Iparralde. ¿Qué espera del convenio con Euskarabidea y Euskararen Erakunde Publikoa?
-Es algo histórico porque es la primera vez que las tres administraciones del territorio del euskera hemos suscrito un convenio para consensuar nuestras políticas lingüísticas a pesar de que vayamos a diferentes ritmos. No nos damos cuenta de que estamos liderando la revitalización de una lengua minoritaria y que muchos países nos están mirando. Y en ese sentido ya abarcamos todo el territorio del euskera y ahora toca internacionalizar nuestro modelo sin olvidar la necesaria colaboración con la sociedad civil.