GRANADA. La vista, en la que declararán tanto Rivas como Arcuri, ha sido fijada a partir de las 9 de la mañana y dará inicio al procedimiento sobre la custodia de los menores en Italia, lugar en el que los niños residen con su padre, según ha explicado a Efe el letrado que acompaña a Rivas, Juan Manuel Pérez García.
Según este letrado del despacho sevillano de José Estanislao López, Rivas, que permaneció casi un mes en paradero desconocido antes de entregar a sus dos hijos a su expareja, tratará de exponer ante el órgano judicial su situación como víctima de malos tratos y reclamará la custodia de sus hijos para que regresen a España.
Durante su estancia en Italia, hasta donde llegará este mismo lunes, esta vecina del municipio granadino de Maracena podrá permanecer con sus dos hijos gracias a una autorización judicial solicitada por su letrada en ese país, María Eugenia Álvarez.
Pérez García se ha referido a la alegría de la madre por poder estar durante unos días con sus hijos, que se encuentran en Carloforte con su padre desde que este los llevara desde España a finales de agosto.
En unas breves declaraciones, la propia Juana Rivas se ha mostrado esperanzada con la vista judicial de mañana en Italia: "Un día sentí que lo perdía todo. Ahora siento que tengo todo por ganar", ha indicado.
El padre no se opone a la resolución judicial que permitirá a la madre estar con sus hijos estos días en Italia, pero pretende que el encuentro se produzca en presencia de alguien de su entorno y no solo de la abogada de Rivas, ha explicado por su parte a Efe su abogado en España, Enrique Fabián Zambrano.
Según este letrado, Arcuri "está cumpliendo perfectamente con su labor paternal y los servicios sociales así lo han constatado".
Rivas acudió el pasado 5 de septiembre a declarar ante el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que la mantiene como investigada por la presunta sustracción de sus hijos, con quienes estuvo casi un mes en paradero desconocido para no entregarlos a Francesco Arcuri, que fue condenado en 2009 por lesionarla y al que Juana denunció nuevamente por maltrato en julio de 2016.
Su declaración se produjo después de que el pasado 28 de agosto acatara finalmente la orden judicial que la obligaba a entregar a los menores, de 3 y 11 años, a su padre, con quienes los niños permanecen desde entonces en la pequeña isla italiana donde residían antes de que Juana Rivas decidiera no regresar a Italia por el supuesto maltrato del que dice haber sido víctima.