Lisboa - La dimisión de Constança Urbano de Sousa, hasta ayer responsable de Administración Interna de Portugal, es la segunda baja que sufre en dos años el gabinete ministerial del socialista António Costa, que afronta una nueva remodelación por la crisis de los incendios. Desde noviembre de 2015, cuando llegó al poder, Costa ha realizado hasta tres remodelaciones de Gobierno y ha sustituido a un ministro, el de Cultura, aunque ninguno de esos cambios tuvo la repercusión de la salida de Urbano de Sousa.
Y es que la ministra de Administración Interna -equivalente a Interior-, se marcha después de cuatro meses devastadores para el país, que cuenta más de 100 muertos en dos tragedias forestales: la de Pedrógão Grande, ocurrida en junio, y la del pasado domingo. Ambos sucesos han acabado abruptamente con la protección que tantas veces ha dado Costa a Urbano de Sousa, que ya había solicitado marcharse en junio, pero resistió en el cargo a petición del jefe de Gobierno mientras arreciaban las críticas a su gestión.
Sea cual sea el reemplazo de Urbano de Sousa, el presidente Costa lo elegirá desde una delicada posición política, con una moción de censura en el horizonte -que será apoyada por la oposición en bloque-, y con las críticas de, incluso, sus apoyos parlamentarios de la izquierda radical. La marcha la exministra de Interior, por las circunstancias en las que se produce y por la resistencia del primer ministro a dejarla ir, es el cambio de mayor envergadura de los realizados por Costa, tras el del otro ministro caído en desgracia, João Soares. Soares dejó la cartera de Cultura por haber amenazado con “abofetear” a dos columnistas en abril de 2016. - Efe