Vitoria - El Gobierno Vasco aprobó ayer su adhesión a la Declaración de Lisboa que pretende reconocer “el potencial de las personas mayores y garantizar un envejecimiento con dignidad, promoviendo la autonomía y la participación social de la tercera edad”. El documento apela a implementar medidas para luchar contra el desempleo en todas las edades, reducir la brecha de género en los salarios, reformar los sistemas de pensiones para que tengan en cuenta el aumento de la longevidad y buscar alternativas a la jubilación precoz.
Durante los días 21 y 22 de septiembre la Organización de Naciones Unidas ha impulsado la Conferencia Ministerial de Lisboa denominada Una sociedad sostenible para todas las edades: darse cuenta del potencial de vivir más tiempo. Dicho evento contó con conferencias, debates, exposiciones y análisis en paneles de personas expertas.
En la clausura de la conferencia los miembros de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa se comprometieron, en un documento, a “impulsar el envejecimiento activo con medidas para que las empresas valoren la experiencia de los trabajadores de más edad”. En esa Declaración de Lisboa -a la que ahora se suma Euskadi- se definen los objetivos a cumplir hasta 2022 en materia de envejecimiento. Por ello el Gobierno Vasco se compromete a seguir desarrollando desde sus diversos departamentos y, especialmente desde el de Empleo y Políticas Sociales, diversas políticas dirigidas a “la consecución de una vida más cómoda, amigable y con el mayor bienestar para nuestras personas mayores”.
Muestra de este compromiso es que 50 de las 400 ciudades y municipios que forman la red internacional Age-friendly Environments Programme están en Euskadi. Además, Euskadi cuenta con la red denominada Euskadi Lagunkoia de municipios amigables con las personas mayores a la que se están adhiriendo organizaciones, empresas y universidades. También se comparten experiencias entre municipios sobre el envejecimiento activo lo que “abre la puerta a un trabajo conjunto de intercambio y aprendizaje que redunda en el bienestar de nuestra ciudadanía ya que compartir experiencias y buenas prácticas”, afirmaron ayer fuentes del Ejecutivo.
En este sentido, desde el Gobierno consideran que en la nueva sociedad vasca y europea “el reto demográfico, la familia, la juventud, la infancia y las personas mayores son objetivos prioritarios en el proceso de generación de bienestar que va a revertir en nuestra vida cotidiana, más humana, solidaria y satisfactoria para todas las personas”. Y así consideraron que la Declaración de Lisboa constituye “una base excelente” para reconocer que el hecho de vivir más tiempo ofrece a la ciudadanía y a la sociedad un gran potencial social.