vitoria - El sol, la playa, la sangría a la orilla del mar, la búsqueda incesante por encontrar sitio en la arena donde poner la toalla y la sombrilla, la brisa en la cara mientras se descansa tras una intensa partida de palas, el buffet del hotel, la actuación nocturna en una terraza del puerto, las excursiones. Qué idílico. Qué deseado. Tan ansiado que 118.151 vascos han financiado las vacaciones mediante préstamos o pagos aplazados. Muchos volverán a casa, muy descansados y morenos, sí, pero tendrán que afrontar una situación inevitable: el pago de comisiones e intereses. Hay quien no emplea los ahorros para vacaciones, por lo que optan por lanzarse a los créditos, muchas veces, sin pensar dos veces en las consecuencias que puede traer consigo endeudarse por disfrute. Entre todos los vascos que han financiado sus vacaciones, suman, según un reciente estudio, 4,7 millones euros en intereses.

Datos del mismo certifican que los vascos que quieren disfrutar de las vacaciones a pesar de correr el riesgo de endeudarse. Euskadi, con un 4,7% del total de la población española, se sitúa séptima en el ranking de las comunidades autónomas en relación con el número de habitantes que deberán endeudarse para financiar el reposo estival. Algo realmente peligroso, ya que puede desencadenar en la insolvencia total del ciudadano.

Según el estudio, el 58% de los españoles, es decir, 26,9 millones de habitantes, habrá salido este verano de vacaciones y habrá gastado de media 1.651 euros. El uso del dinero plástico supondrá para los consumidores el desembolso de un interés medio del 19,5%, una cifra que supone un gasto total en el Estado español de 127,4 millones de euros en intereses.

Elvira Castañón es colaboradora Jurídica en la empresa Repara Tu Deuda, empresa que se dedica a aplicar la aplicación de la ley concursal para la cancelación de deudas. “La empresa se dedica a aplicar la Ley de Segunda Oportunidad, que es una ley que permite en un momento que estás completamente ahogado, y no puedes hacer frente a esos pagos, liberarte de esas deudas primero intentando llegar a un acuerdo con los acreedores y si no, yendo a juzgado y pidiéndole a un juez que te quite la deuda”, explica Castañón.

Necesaria la buena fe Aunque el principal requisito para la exoneración de la deuda es “la buena fe”, según explica Castañón, se han hecho estudios de comportamiento de los ciudadanos, y se ha comprobado que para irse de vacaciones, la gente que no tiene dinero para hacerlo, opta por sobre endeudarse. “El estudio revela que a pesar de que uno de los requisitos es la buena fe, la gente sigue tirando de tarjeta, y sigue viviendo por encima de sus posibilidades sin luego poder por ejemplo pagar el piso, ni el colegio, ni los gastos necesarios”, asegura. “Lo que se quiere es concienciar a la población de que ese no es uno de los motivos por lo que se puede pedir que te exoneren la deuda. Porque no está prevista para esos casos”, confiesa Castañón.

Así alerta de que “acudir a la financiación de las vacaciones es uno de los principales motivos que provocan que una persona puede llegar a una situación de sobre endeudamiento”. Tal y como revelaba un estudio realizado por la firma reparadora, en el primer trimestre de este año 278 personas en Euskadi se había acogido al proceso de exoneración de deudas que permite la Ley de la Segunda Oportunidad, normativa que está vigente desde julio de 2015 para ofrecer la posibilidad de exoneración en situaciones de sobre endeudamiento. Desde la empresa prevén que en septiembre las consultas y peticiones de vista aumenten un 350%.

Para no acabar las vacaciones con un susto en el cuerpo, es conveniente seguir algunas recomendaciones que harán que se logre disfrutar sin estar preocupado. El realismo es lo primero que no hay que olvidar. Se debe gastar lo que se tiene y es recomendable llevar el dinero en metálico para así saber de cuánto disponemos en cada momento, para no llevar acabo excesos que luego haya que pagar. Según los expertos, llevar un planning establecido es una de las ideas más acertadas, así no habrá ningún gasto inesperado. Sin embargo, siempre puede haber algún imprevisto, por lo que también es recomendable dejar algo de dinero para esos por si acaso. De esta manera se puede asegurar las vacaciones son sólo para eso, para disfrutar. Ni durante, ni después.