GASteiz - ¿Estamos ante una secta?
-Este tipo de hechos corresponden casi siempre a comportamientos sectarios. Sectas dirigidas por líderes carismáticos que, apoyados en creencias pseudoreligiosas, convencen a sus adeptos para poner fin a sus vidas generalmente por el advenimiento del fin del mundo, por el advenimiento de invasiones extraterrestres, o por fenómenos muy anómalos.
Ahora Internet es el nuevo método de captación.
-Es que los espacios cibernéticos se prestan a todo lo que uno pueda imaginar. Desde la delincuencia hasta la transmisión de ideología perniciosa, pasando por la organización de actos terroristas. Incluso de estos episodios de suicidio colectivo. Son fenómenos que siempre tienen como denominador común carencias afectivo-emocionales en las víctimas. Que recurren a estas redes para compensar sus carencias y finalmente acaban afiliándose a este tipo de ideas. En el perfil de las víctimas cabe todo un abanico de personas con problemas emocionales hasta personas con enfermedades psiquiátricas.
Hablan de menores con problemas de adaptación y sociales que buscan a un grupo de iguales.
-Efectivamente, y en esa búsqueda se encuentran en la red con una persona fuerte, que lidera el grupo y que, poco a poco, los va arrastrando a los objetivos que él se ha planteado como líder y que, en este caso, era el suicidio colectivo.
Habla usted de un líder casi mesiánico, pero les ha manipulado un chaval de solo 17 años.
-Sí, hace falta un líder carismático y aunque tenga 17 años puede serlo. Que sea joven no significa que no tenga una fuerte personalidad que ha sido capaz de inducir a otras muchas personas.
¿Es un individuo enfermo?
-Cabe la posibilidad de que el inductor sea un enfermo psiquiátrico. Hay fuertes personalidades con rasgos paranoides que idean fenómenos de esta naturaleza. Son personas con una gran convicción en sus ideas, en lo que transmiten y son personalidades muy rígidas. Yo diría consistentemente patológicas. Y en este sentido, tienen más fuerza psicológica que otras y pueden ser muy perjudiciales para sus congéneres. Son además personalidades muy contumaces porque es difícil que abandonen sus propósitos.
¿Internet potencia fenómenos de esta índole y este tipo de personalidades?
-Lo facilita muchísimo solo por la posibilidad de contactar con personas de todo el mundo sin límites horarios ni espaciales. Además la retroalimentación de estas ideas por internet es inmediata, y eso las hace más fuertes y convierte en más vulnerable a la persona que entra en estas dinámicas.
¿Son siempre los más jóvenes los más vulnerables.
-También puede haber gente de 40 años. Pero, desde un punto de vista psicológico, en la biografía de una persona vulnerable encontraremos elementos de traumas infantiles, incluso abusos en la infancia, rasgos de neuroticismo o inestabilidad emocional, falta de resistencia al estrés, a veces también hay consumo de alcohol o drogas. Hay desajustes sociales. Todo eso conforma un tipo de individuo vulnerable a un líder carismático.
Una persona que ha sido víctima de estas redes ¿puede reinsertarse a la sociedad con normalidad?
-Sí, sin duda. A veces, simplemente la separación espiritual y psicológica del inductor resuelve el problema. Por lo que no tiene que haber mayores dificultades si se ha disuelto el grupo, aunque depende de la situación individual de los adeptos. Eso también ocurre cuando se recupera a la gente de sectas que han secuestrado su voluntad.