donostia - La Agencia Vasca del Agua, URA, ha abierto expedientes de irregularidad a 26 empresas por verter residuos industriales de manera ilegal en ríos de los tres territorios. Las muestras analizadas en el laboratorio ya han permitido confirmar la implicación directa de quince de estas empresas, que han sido sancionadas con multas que oscilan entre los 3.000 y 12.000 euros. El resto de investigaciones sigue su curso, “a la espera de la confirmación que conlleve una medida disciplinaria”, explica a este periódico Ernesto Martínez de Cabredo, director general de la Agencia Vasca del Agua (URA).
En apenas diez días se han producido cuatro vertidos en ríos de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, un registro de incidencias inusual en tan corto plazo de tiempo, lo que ha suscitado cierta preocupación entre las asociaciones ecologistas. El colectivo Eguzki define lo ocurrido estos días como una “marca de récord”. La propia agencia que vela por la calidad de las aguas en Euskadi reconoce que “no es algo que suceda habitualmente”, aunque pide “no generar alarma”.
En Euskadi existen 2.400 puntos de vertidos “controlados y autorizados” sometidos a permanente vigilancia tanto por técnicos de URA como particulares. Más allá de saneamientos de población o vertidos que se realizan al mar, es la actividad de las empresas la que provoca la mayor afección en los ríos, de la que habitualmente son testigos particulares que no tardan en llamar al 112. “No podemos decir que esté empeorando la situación. No hay más que comprobar la calidad de las aguas de ríos como el Oria, que hace unos años bajaba cada día de un color. La situación ha cambiado. No se trata de alarmar a la sociedad. Las empresas tienen cada vez más sensibilidad con el Medio Ambiente, aunque es verdad que siempre hay excepciones y situaciones desagradables”, admite Martínez de Cabredo.
URA ha atendido durante las últimas semanas una veintena de avisos por posibles vertidos en ríos y otras masas de agua de Euskadi. Prácticamente desterradas las prácticas clandestinas y furtivas de otros tiempos, hoy en día la mayor parte de vertidos contaminantes provienen del sector industrial, en concreto, de empresas que por esta época del año “descuidan el mantenimiento de sus instalaciones”. Debido a ello, según explica el director de URA, no se depuran previamente las aguas residuales que van a entrar en contacto con los ríos.
Muchas de las empresas sancionadas, en realidad, cuentan con autorización. El problema es que “no se puede verter residuos a cualquier precio”, y el resultado puede ser fatal si las instalaciones no depuran como debieran. “Todo ello, unido al bajo caudal de los ríos por esta época del año, hace aún más visible el daño ecológico”.
El colectivo Eguzki considera que estos vertidos se deben a varias factores, como “el retraso de los trabajos de saneamiento”, las infraestructuras “obsoletas”, así como a la “falta de celo y control, y dejadez de la Administración y las empresas”. Para revertir la situación, el grupo ecologista pide que las inversiones de saneamiento “se pongan en marcha”, que “se cuiden y mantengan correctamente las infraestructuras en marcha” y que las instituciones y empresas actúen con “total transparencia” y “no se oculte información a la ciudadanía”.
En declaraciones a este periódico, el director de la agencia Vasca del Agua reconoce que han querido salir a los medios de comunicación precisamente para dar a conocer la labor que están desempeñando. En este sentido, y con respecto a la situación de Agurain, informa de que la agencia trabaja conjuntamente con la Diputación para subsanar el funcionamiento de la depuradora. Advierte de que “es una infraestructura que tiene un límite de aguas residuales, algo a respetar siempre por las empresas, que deben hacer siempre una gestión responsable”.