BILBAO. Se da la circunstancia de que la víctima se vio obligada a solicitar dinero prestado cuando se quedó sin efectivo para seguir pagando a los estafadores.
Los hechos se remontan al año 2012 cuando a raíz de la compra de un televisor por parte de la víctima dos varones se personaron en su domicilio de Andoain y, mediante engaño, lograron que firmara diversos documentos para adquirir libros.
Posteriormente le convencieron para que siguiera adquiriendo nuevas colecciones durante los siguientes cinco años.
De esta forma, los estafadores obtuvieron unos 87.000 euros, que la víctima les iba abonando en metálico en las visitas que efectuaban a su domicilio.
La situación llevó en un momento dado a la víctima a quedarse sin fondos en su cuenta bancaria, por lo que se vio obligada a solicitar créditos a entidades de préstamo.
En su último contacto con la víctima, de forma telefónica, los estafadores le indicaron que no podían desplazarse hasta su domicilio para cobrar en mano, por lo que debía realizar una transferencia de 5.000 euros a un número de cuenta.
Al ponerse en contacto con su banco para realizar esta gestión, los gestores de la entidad le advirtieron de que podría estar siendo víctima de una estafa y le recomendaron denunciar el hecho ante la Ertzaintza.
Presentada la denuncia, la Ertzaintza inició una investigación para identificar a los dos estafadores, con dispositivos de control y vigilancia establecidos en las inmediaciones del domicilio de la víctima.
El pasado jueves, se localizó a los dos sospechosos y se procedió a su detención acusados de un presunto delito continuado de estafa y de falsedad documental, dado que la empresa proveedora de los productos que ofertaban había cesado su actividad.