MADRID. Y no lo estaríamos porque, según ha señalado esta especialista en medicina interna y de la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel de La Paz en una entrevista a Efe, de producirse una nueva epidemia de las características de la de 2014 se podría utilizar la vacuna VSV-EBOV, con la que se ha experimentado en el Hospital La Paz-Carlos III en un ensayo clínico que ha concluido con resultados "positivos".

El ensayo clínico, que comenzó en septiembre de 2015, ha finalizado hace ya meses, según Mora-Rillo, pero de momento no se han difundido sus resultados porque aún no han concluido los trabajos los centros sanitarios de Estados Unidos que también participan en este estudio.

En total, son más de mil los voluntarios que están inmersos en este ensayo en el que también está implicado Canadá.

Hasta que no esté cerrado en todo el mundo no se mostrarán los resultados, pero los preliminares, que aún son confidenciales, sí se puede decir que "son positivos" y que los 40 voluntarios españoles sanos que han participado en el estudio han finalizado ya el seguimiento "sin ningún tipo de consecuencia negativa para su salud".

"Están perfectamente", comenta la facultativa , quien ha querido agradecer públicamente a estos voluntarios su participación porque "sin ningún tipo de beneficio personal han colaborado y se han dejado poner una vacuna con las incomodidades que eso genera".

El ensayo, liderado por el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Carlos III, José Ramón Arribas, precede al concluido con éxito con la misma vacuna en julio de 2015.

Fue un ensayo clínico que lideró la OMS en África Occidental con un diseño "muy innovador" -subraya la experta- porque sus responsables "fueron capaces de probar una vacuna en ensayo clínico en el contexto de un brote epidémico activo".

La vacuna fue probada en más de 4.000 personas en contacto con la enfermedad en Guinea Conakry, uno de los países más afectados por la epidemia.

Las pruebas revelaron su eficacia en humanos en menos de 12 meses, un tiempo récord, según el equipo científico que desarrolló el ensayo y que estaba integrado por expertos de la OMS, Médicos Sin Fronteras (MSF) y de Noruega, Canadá, Guinea, EEUU y Reino Unido.

La vacuna VSV-ZEBOV combina el virus de la estomatitis vesicular (VSV) con un gen que codifica una proteína clave de la cepa Zaire del ébola, la forma más agresiva y letal conocida del virus.

La variante Zaire es contra la que podría funcionar la vacuna, no contra las otras cuatro cepas del ébola, pero ésta es la que tiene la mayor tasa de mortalidad.

Con los datos que respaldan que la vacuna es eficaz, y una vez que se conozcan los resultados del ensayo en el que participa España, las agencias reguladoras del medicamento de Estados Unidos y Europa realizaran las valoraciones correspondientes, que podrían permitir en el futuro su comercialización.

No obstante, según Mora-Rillo, si se produjera un nuevo brote en el mundo y las agencias del medicamento aún no hubieran dado el visto bueno a la vacuna de manera formal, la OMS podría emitir autorizaciones excepcionales para su uso antes de repetir una epidemia con 14.000 infectados.

"No estaríamos indefensos. No estaríamos esperando. Se podrá usar antes de que los trámites administrativos finalizaran y todo eso determinado por una agencia responsable que es la OMS", vaticina la facultativo, que espera que los casos de Teresa Romero y de los misioneros Manuel García Viejo y Miguel Pajares sean los últimos de ébola de su vida profesional.