- Ante el alarmante número de casos de diabetes, Euskadi se ha puesto manos a la obra y será la primera comunidad del Estado en implantar en su cartera de servicios un novedoso sistema de monitorización de glucosa previo a la administración de insulina. Antes de final de año, los menores de 18 años con diabetes tipo 1, unos 400, podrán sustituir los pinchazos reiterados para medir sus niveles de glucosa en sangre por un parche sensor de control, con el que obtendrán resultados de manera casi inmediata que podrán ver en el teléfono móvil mediante una aplicación.

“Este sistema es una bomba”, señaló ayer gráficamente la doctora Sonia Gaztambide, jefa de Endocrinología de Cruces. “Mejora el control, que es lo importante, y sobre todo mejora la variabilidad glucémica. El paciente ve las mediciones y puede tomar decisiones para que los picos de glucemia que suben y bajan sean menores”, destacó la también presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes.

Esta enfermedad es considerada la epidemia silenciosa del siglo XXI y en concreto, la diabetes tipo 2, va al alza. La OMS ya ha advertido de que el número de enfermos se ha multiplicado por cuatro en los últimos 30 años. En el País Vasco, al igual que en el resto de España y Europa, se disparan los casos, aunque la prevalencia es menor, 10,6%, que la media del Estado, 13,8 %, con máximos en Andalucía que alcanza el 16,3 %.

También de “sistema revolucionario para los afectados” lo calificó Juncal Tellería, presidenta de la Asociación guipuzcoana de diabéticos, quien acompañó al consejero y a la doctora Gaztambide en la presentación de esta tecnología, cuya implantación requerirá una inversión de 330.000 euros.

Con el sensor, que se coloca como un parche sobre la piel, el paciente evita las punciones reiteradas para medir la glucosa, lo que mejora su calidad de vida, y obtiene gran cantidad de datos que permiten tomar decisiones y evitar situaciones, por ejemplo, de hipoglucemia e ingresos hospitalarios.

Tras su implantación entre el colectivo de menores con diabetes tipo 1, Osakidetza evaluará los resultados y analizará la posibilidad de ampliar este sistema al resto de pacientes adultos que sufren la misma dolencia. “Incorporaremos esta tecnología para todos los menores, y a medida que cumplan años, seguirán beneficiándose del sistema. Asimismo dispondrán de él aquellas personas cuando el criterio médico lo aconseje. Por ejemplo aquellas que sufren hipoglucemias frecuentes y también aquellos pacientes diabéticos con profesiones de riesgo como, por ejemplo, el conductor de un transporte público”.

¿Por qué no de inicio a todos los afectados?”. Según Darpón porque “aparte del coste económico, siempre que sale una tecnología nueva al mercado hay que evaluar resultados. En la UE 28 solo hay cuatro países que lo tengan incorporado a su cartera de servicios”, señaló.

Darpón explicó que la implantación de este sistema obedece a la recomendación del Consejo Asesor para la Diabetes de Euskadi. De hecho, este órgano ha establecido que los más beneficiados por el nuevo dispositivo son los afectados que se ven obligados a pincharse muchas veces. “Hasta seis o siete veces al día”. En Euskadi unas 40.000 personas se ponen insulina pero el rango de pacientes es muy diferente. “Hay algunos que se pinchan mucho y hay gente que se pincha el dedo una vez cada cinco o seis días. Y hasta que tengamos constancia de cuál es el beneficio asistencial real esperaremos para hacerlo universal”.

“Les ha cambiado la vida” En opinión de Gaztambide, “los padres de los niños que lo han probado nos han transmitido que les ha cambiado la vida”. A juicio de la especialista, “no es tanto por no pincharse en el dedo, que también, sino por la cantidad de resultados que obtienen que permiten tomar decisiones con más conocimiento”. “Algunas personas pueden verse abrumadas con tanto dato, pero éste va a ser probablemente un número escaso. A los adultos con hipoglucemias a los que los facultativos se lo indiquen, les va a mejorar mucho la vida porque en ocasiones las hipoglucemias conllevan un ingreso hospitalario con el consiguiente coste económico, familiar y social. Si esto permite saber las tendencias y evitar un coma hipoglucémico, sería fantástico”, explicó Gaztambide.

El consejero, por su parte, subrayó la importancia de la prevención para reducir la prevalencia mediante la adopción de estilos de vida saludables ya que está demostrada la asociación entre obesidad, escaso ejercicio físico y diabetes. Estudios recientes afirman que con un estilo de vida saludable se podría prevenir hasta el 90% de los casos de diabetes tipo 2.

Talleres. Osakidetza tiene en marcha los talleres ‘Cuidando mi diabetes’ en los que los enfermos aprenden a adquirir autonomía en el cuidado de la enfermedad.

Responsables de su salud. Unas tres mil personas se han concienciado con estos programas a responsabilizarse de su salud, conocer mejor los aspectos de la enfermedad y a controlar las emociones negativas.

Adoptar hábitos de vida saludables reduce las posibilidades de tener diabetes de tipo 2 hasta en un 90%, según los estudios.

400

Según Osakidetza, el número de menores de 18 años que se beneficiarán del parche y el nuevo sistema de monitorización se aproximaría a las 400 personas.