BILBAO - “Si no sabemos en todo momento a dónde vamos, puede resultar útil saber de dónde venimos”, dijo una vez el escritor noruego Jostein Gaarder. La historia debe ser un retrato del ahora, y eso mismo es lo que tratan de hacer en uno de los espacios más pintorescos de la Euskal Encounter.

En los 50.600 metros cuadrados de superficie que cubre la multitudinaria party informática hay, en una pequeña esquina, en la zona abierta al público, un espacio llamado Retroeuskal. Entre las últimas novedades tecnológicas se pueden encontrar, gracias a la zona retro, máquinas de todo tipo con una antigüedad de más de 30 años, que funcionan a la perfección. Además este año hay una exposición especial en la que se muestra el ordenador Amiga, precursor de la Euskal Encounter. Hasta allí se acerca gente nostálgica, curiosos e incluso jóvenes que conocen de primera mano el mundo retro de la tecnología. Es el caso de Tania Barrera, que se acerca por interés a la zona y confiesa que en su ordenador de última generación tiene un simulador de videojuegos clásicos que, según dice, usa mucho. “Se me da bien”, asegura. Aunque confiesa que “son más difíciles que los que hay hoy en día”.

El motivo de la dificultad lo explica Josetxu Malanda, director de la Retroeuskal: “La potencia de las máquinas de entonces era muy simple entonces los juegos no podían ser muy largos por lo que tenías que enganchar al usuario de una manera en la que el usuario no dejara de jugar, y la manera era que fueran difíciles. Ahora es diferente, los juegos son casi películas, entonces ya engancha al usuario de otra forma”. Malanda explica que cada año, desde hace catorce, deciden ir a la gran party informática con el fin de enseñar a los asistentes que “los videojuegos no empezaron en el 2000 a través de la PlayStation. Esto viene ya de muchos años atrás”. El director de la Retroeuskal asegura que se acercan al espacio muchos padres con niños que tratan de trasladar a sus hijos su propia infancia.

LO ÚLTIMO En esta edición, la Retroeuskal comparte alfombra con zonas de juego de realidad virtual, con una granja de impresoras 3D y construcciones de coches eléctricos.

Uno de los niños al que la realidad virtual ha dejado “alucinado” es Fernando Izquierdo, que novato en la Euskal, ha probado por primera vez la tecnología a través la realidad aumentada. Gracias a ella ha participado en varios concursos aunque según ha comentado no ha ganado nada porque “hay mucho nivel”.

Maialen Lizaso es una de las encargadas de la granja de las impresoras 3D que también se encuentra en el Opengune. En esta edición presentan una impresora pequeña y práctica, diseñada especialmente para el hogar, con el fin de que sea una novedad tecnológica que esté al alcance de todos. Asegura que para utilizarla no es necesario tener “ningún conocimiento de alta tecnología o impresión”. A través de una plataforma creada para los usuarios se puede crear en aproximadamente quince minutos llaveros del videojuego The legend of Zelda o chapas de Star Wars o Batman. Además, en caso de crearse una cuenta, también se puede hacer un diseño propio con el fin de imprimirlo después. Entre todas las novedades también está el taller destinado a niños a partir de 6 años en el que diseñan, construyen y compiten con coches eléctricos.

La tecnología consigue materializar lo que hasta hace años, o incluso meses solo era una idea, así como la de imprimir un dibujo en 3D o hacer sentir que eres parte de un videojuego. La gran party informática consigue acercar a todo aquel que lo desee a ese futuro tan presente e incluso, puede hacerte viajar años atrás gracias a la Retroeuskal.