vitoria - La Confederación de Entidades para la Atención a las Adicciones (CEAA) presentó ayer en Gasteiz los datos de la memoria correspondientes a 2016. Los datos son cuanto menos llamativos y es que el alcohol ha desbancado a la cocaína en los programas de tratamiento de desintoxicación. Los atendidos por problemas de alcoholemia fueron un 27,51%, mientras que el porcentaje de las personas tratadas por adicción a la cocaína fue del 25,38%. Los datos también muestran un incremento de mujeres que fueron atendidas en sus servicios el pasado año, especialmente por consumo de alcohol, así como de los menores de 16 años.
La CEAA, que agrupa ocho fundaciones de Proyecto Hombre de Euskadi, Aragón, Catalunya y Extremadura, cuenta con un equipo multidisciplinar de 199 profesionales y 285 personas voluntarias. Ofertan programas de tratamientos en ambulatorios, en centros de día y comunidades terapéuticas, así como de prevención y de intervención en las cárceles.
Según los datos que desgranaron en la presentación Carlos Bargos, presidente de la confederación, Javier Salinas, vicepresidente de la Fundación Jeiki-Araba, y Jorge Luis, secretario técnico de la CEAA, el pasado año atendieron sobre todo a hombres, ya que representaron el 82,20%, frente al 17,80% de las mujeres. Sin embargo, alertaron de la tendencia al alza que se observa en el colectivo femenino, que hace cinco años representaba el 14,79% de los usuarios de estos programas. Además explicaron que entre las mujeres el alcohol es la adicción más extendida. La franja de edad más numerosa es la que se concentra entre los 30 y 48 años, que el pasado año representó el 61% de todos los pacientes. En la mayor parte de los casos, los usuarios de Proyecto Hombre son personas sin estudios, que corresponde a un 38,4%, o que solamente tienen la Educación Primaria (28,6%). Esto refuerza, a juicio de los responsables del estudio, el fracaso escolar como “predictor” de situaciones personales y familiares “complicadas” y también del consumo de drogas. Sin embargo, destaca un 9,3% de usuarios que han completado estudios universitarios. Además, un 23,7% tienen estudios de secundaria o FP.
Más menores de 16 años En cuanto a los adolescentes, se observa que aumenta el número de menores de 16 años atendidos, que en 2016 representaron el 39,7%, frente al 36,3% de 2015. El encargado del programa de prevención, Aratz Porras, explicó que entre los jóvenes lo más habitual es el consumo de drogas legales, es decir, alcohol y tabaco seguidos de cannabis.
Los miembros de esta confederación destacaron asimismo la importancia de trabajar con las familias. Según indicaron, la participación de estas ha aumentado. En 2016, atendieron a 3.130 familiares de drogodependientes y se dio información y asesoramiento a más de 1.000 parientes de adolescentes. Subrayaron que el porcentaje de familias implicadas ha pasado del 19% en 2012 al 58,5% en 2016.
De cara a las necesidades futuras, incidieron en la necesidad de avanzar en tratamiento de la problemática del alcohol y de continuar el trabajo con las familias, sobre todo en el área de adolescentes, así como de intensificar los programas de intervención en las prisiones y ampliar la oferta de los tratamientos e itinerarios personalizados. El informe correspondiente al pasado año indica que el alcohol y la cocaína centraron la mayoría de los tratamientos y por detrás se situaron el cannabis, la heroína, las anfetaminas y el speed.
Asimismo, la edad media de las personas que inician tratamientos para superar su adicción al alcohol o las drogas aumenta de año en año y se sitúa ya en 38,3 años.