Bruselas - Una de las fechas más esperada por todos los turistas ya está aquí. El fin del roaming o el sobrecoste por usar el móvil en el extranjero, tiene fecha de caducidad: el 15 de junio. Tras 10 años de negociaciones, el próximo jueves todas las compañías de telefonía habrán hecho realidad el sueño de muchos eliminado los sobrecostes adicionales por utilizar el móvil en otros países. La abolición del roaming se llevará a cabo en los 28 países que constituyen la Unión Europea (UE).
Ante esta medida, según el informe Zero Roaming. A pitfall of the European regulation, los operadores “pueden verse forzados” a aumentar las tarifas domésticas en caso de que la regulación no les salga rentable. Ante esta posibilidad, la Comisión Europa (CE) informó ayer que vigilará cualquier predisposición a incrementar los precios de servicio de telefonía. “En algunos países hay algunas tendencias a incrementar esos precios nacionales. Eso significa que los reguladores nacionales y la CE tenemos que abordar esos asuntos muy seriamente”, avisó el vicepresidente de la Comisión encargado del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, durante un Consejo de ministros de Telecomunicaciones comunitario.
Según el operador de telefonía belga Proximus, el fin del roaming tendrá un impacto negativo haciendo que las pérdidas lleguen a los 17 millones de euros. Orange Bélgica por su parte, ha cifrado los daños en 31,9 millones. Sin embargo, la CE ha situado en un 3% el umbral de pérdidas que un operador podrá aducir para reintroducir “excepcionalmente” sobrecostes por roaming.
Además de hacer un seguimiento a las empresas de telefonía para evitar el aumento del coste de las tarifas, también se llevará a cabo una política de “uso justo” con el fin de evitar fraudes por parte de los usuarios. Según ha establecido la CE, los operadores podrán cobrar por utilizar el móvil en un país distinto al del lugar en el que se contrató la tarifa si, en un periodo de cuatro meses, el usuario ha utilizado más veces el móvil en el país extranjero que en el propio. Entonces, la compañía podrá pedirle explicaciones y este tendrá un plazo de 14 días para justificar sus razones. En caso de que el uso sea injustificable, la operadora iniciará un procedimiento de reclamación y podrá imponer al usuario que sea él quien pague el precio mínimo establecido por la CE. Los precios mayoristas se fijaron en 0,032 euros por minuto para las llamadas y 0,01 para los SMS. En datos la reducción será progresiva: 7,7 euros por gigabyte a partir del 15 de junio, 6 euros a partir del 1 de enero de 2018, 4,5 euros en 2019, 3,5 euros en 2020, 3 euros en 2021 y 2,5 euros en 2022.
Operadores. La Comunidad Europea sitúa en un 3% el umbral de perdidas para que un operador pueda aducir a su regulador que le autorice a reintroducir sobrecostes “excepcionales” por roaming.
Usuarios. Durante cuatro meses si un usuario usa más veces el móvil en el extranjero que en su país, la operadora le podrá imponer que pague él los sobrecostes adicionales.