Madrid - El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, abordó ayer la situación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), en la que las empresas que componen su accionariado -Iberdrola y Endesa al 50%- tienen “diferencias” sobre la viabilidad de la continuidad de la planta aunque la primera, Iberdrola, “ha sido más explícita” y sería más partidaria de no volver a operar la planta.

Así, Ignacio Araluce resumió que el presidente de Iberdrola anunció que “si no se cambian las reglas Garoña no es viable y no le interesa seguir, mientras que el otro propietario -Endesa- quiere esperar a la apuesta del Gobierno para tomar una decisión”. En todo caso, Araluce garantizó que Garoña “goza de una salud excelente para seguir operando durante bastantes años” y subrayó que esto fue “ratificado por el CSN desde el punto de vista técnico” por lo que “no es cierto que esté vieja porque todos sus componentes han sido renovados”. Pese a ello, asegura desconocer el futuro del reactor burgalés porque falta la decisión del Ejecutivo y hay diferencias entre sus propietarios.

El nuevo presidente del Foro Nuclear adelantó los datos del sector, que serán presentados el próximo 31 de mayo y según los cuales la energía nuclear aportó en 2016 un 21,39% al sector eléctrico, que fue la fuente de energía “líder”. “La nuclear sigue siendo una fuente de energía limpia, fiable, estable, predecible que da mucha solidez al sistema eléctrico y que contribuye a cumplir los acuerdos de cambio climático”, concluyó Araluce que calificó de “excelente” su funcionamiento. “Estos datos dan una idea de su importancia”, concluyó.

Por ello, considera que el cierre de las centrales nucleares en el Estado serían un “varapalo tremendo, no solo para sus propietarios sino para el estado en general. “La energía es un sector estratégico. Ni siquiera contemplo y no quiero imaginar este extremo. Sería una locura en el corto y medio plazo”, sentenció el presidente del Foro Nuclear.

renovación de la concesión Por otra parte, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acordó por mayoría, pero con el voto en contra de la consejera Cristina Narbona, informar favorablemente una propuesta del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital dirigida a modificar el plazo con el que las centrales nucleares han de solicitar su renovación al regulador. Con ello se acortaría el plazo de los tres años actuales hasta, como mucho, un año antes de que concluya la licencia de explotación de la planta.

Se trata de una modificación de las órdenes ministeriales por las que se conceden las autorizaciones de explotación vigentes a las centrales nucleares. En la actualidad, el plazo para pedir la renovación de la licencia de explotación tiene una fecha límite de tres años antes de que expire el permiso en vigor, pero con esta modificación, los titulares de las centrales podrán solicitar la renovación dos meses después de que el Gobierno apruebe el Plan de Energía y Clima o bien, como mucho, cuando cada planta tenga que presentar su Revisión Periódica de Seguridad, más o menos algo más de un año antes de que expiren sus autorizaciones vigentes.

Según el CSN, el texto propuesto por el Ministerio recoge “todas las modificaciones” aprobadas por el pleno del CSN en su reunión del 1 de febrero de 2017 e incorpora también una modificación administrativa por la cual el plazo para presentar una nueva solicitud de renovación de la autorización de explotación, queda supeditada a la aprobación de un Plan Integral de Energía y Clima, aunque deberá ser presentada, como muy tarde, en la fecha establecida para presentar la Revisión Periódica de la Seguridad (RPS). Esto es, más o menos, un año antes de concluir la licencia en vigor.

Si bien, la modificación informada favorablemente mantiene la obligación del titular de presentar tres años antes de la expiración de la autorización vigente los documentos asociados a una eventual operación a largo plazo. - E. Press