BILBAO. La denominada "proteína de interacción con Ga asociada a vesículas" (GIV) podría ser un regulador central de la metástasis, y su caracterización completa "podría abrir nuevos caminos terapéuticos", según ha informado hoy en un comunicado el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias (CIC BioGUNE), con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia.
Este tipo de estudios multidisciplinares son "clave" para caracterizar los complejos procesos biológicos de relevancia en la investigación biomédica del cáncer, ya que la escasez de información sobre los mecanismos de la metástasis ha dificultado el desarrollo de terapias efectivas antimetastásicas.
El trabajo, publicado en la revista Nature Communications, ha sido el resultado de la colaboración del grupo de Mikel García-Marcos, de la Universidad de Boston, con el equipo de Francisco J. Blanco, de CIC bioGUNE.
La sinergia entre los dos grupos, así como la participación de investigadores del centro IRB Barcelona, y las universidades de Cornell y de Glasgow, han hecho posible descubrir este nuevo mecanismo de actuación de un regulador de proteínas G.
Mediante una combinación de técnicas bioquímicas y estructurales, que incluye resonancia magnética nuclear (RMN), los investigadores ha desvelado el mecanismo molecular detrás de la unión de GIV a una proteína G.
Estas proteínas son componentes del sistema de comunicación que el cuerpo utiliza para detectar hormonas en el torrente sanguíneo y para enviar los mensajes correspondientes a las células.