vitoria - En dos días se han desplegado en Euskadi tantos operativos en montaña como los registrados desde que comenzó el año. Fue un fin de semana de incesante actividad para la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza. Hubo que socorrer a montañeros en Urbia, Hernio, sierra de Aizkorri, Gorbea, Abadiño... “Jamás habíamos conocido algo igual. Nunca habíamos registrado tantos rescates en montaña como este fin de semana”, reconoce a este periódico el director de Atención de Emergencias y Meteorología, Pedro Anitua. En siete de las nueve actuaciones fue necesario el desplazamiento de un helicóptero, todo ello en apenas 48 horas.

Lo ocurrido durante este fin de semana es la antesala de lo que se avecina. Este capítulo de incidencias supone el pistoletazo de salida a una serie de rescates que, con toda seguridad, se sucederán a partir de ahora. Se trata de una cuestión de densidad. Tanto en invierno como verano las temperaturas arredran al montañero ocasional, pero la primavera se convierte en la estación idónea para la práctica de una de las aficiones más extendidas, con lo que aumenta extraordinariamente la posibilidad de sufrir percances.

Durante los cuatro primeros meses del año se han computado nueve rescates, el mismo número de los registrados este fin de semana. La Unidad de Vigilancia de la Ertzaintza sabe que el trabajo en la montaña comienza a partir de ahora y que a buen seguro se superarán las 300 actuaciones. Es la cifra que se viene registrando en Euskadi durante los últimos años.

Según los datos facilitados por la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología, durante 2016 se contabilizaron 364 incidencias en la montaña (prácticamente una al día), que exigieron 250 rescates y 114 búsquedas. El helicóptero intervino en 103 ocasiones, lo que supone una salida cada tres días, con “una media alta de actuaciones” que se mantiene constante durante los últimos años.

Imprudencias La pasión que se siente en Euskadi por la montaña no encuentra prácticamente paralelismo en otras latitudes. Es algo que se ha notado durante el fin de semana y que, a pesar del paréntesis abierto ahora por la inclemencia meteorológica, seguirá invariable durante estos meses. Con más de 33.000 federados, Euskadi es la comunidad autónoma por número de habitante que más destaca en el Estado.

Se calcula que entre 50.000 y 60.000 personas practican montañismo entre otoño y primavera. “La gente está bastante concienciada, aunque siempre hay algunas negligencias, fundamentalmente, porque se sale a la montaña en días que no debería hacerse”, señala el director de Atención de Emergencias.

El Parlamento Vasco aprobó en 2011 la tasa que exigía el cobro de aquellos rescates y búsquedas gestionados desde el Sistema Vasco de Atención de Emergencias en los que se entiende que hubo una imprudencia. El cobro surgió para hacer frente a un desembolso “inasumible”, que en algún caso supuso incluso la pérdida de la vida de las personas involucradas.

El problema pasa por definir qué es una negligencia. ¿Lo es ir con sandalias un día de bajísimas temperaturas? Puede haber interpretaciones para todos los gustos, e incluso hay casos que se judicializan. Desde que en 2012 se empezó a cobrar la tasa por rastreo, rescate o salvamento, se han enviado un total de 18 facturas, “y se han cobrado todas”, advierte Anitua. “No ha habido mayores controversias y ningún caso ha acabado en los juzgados en Euskadi. La normativa es clara al respeto. ¿La zona estaba señalizada como peligrosa o prohibida? ¿Sí o no? ¿Había alerta naranja o roja? ¿Sí o no? Se puede decir que las negligencias están marcadas”, subraya.

En ninguno de los nueve rescates realizados durante este fin de semana se va a cobrar la tasa. Desde el Gobierno Vasco insisten en que su aplicación se lleva a cabo en situaciones muy excepcionales, por lo que entienden que no está justificada la crítica por un afán recaudatorio. De hecho, “tan solo se facturaron cuatro de los 364 servicios realizados durante el año pasado”. En concreto, fueron dos rescates de parapentistas, otros dos de escaladores y un accidente de motocross.